(Aeronoticias).- La licenciada Conservadora ROSA JULIA MARTINEZ NAVARRO, propuso la creación de una universidad de la conservación del patrimonio cultural del Perú y del mundo.
El museo en si es también Patrimonio Cultural, por que es la antigua Casa Belén, ubicada en el jirón de la Unión del Centro de Lima, residencia de Familias notables de la época Colonial y Republicana de la ciudad Lima, morada del precursor peruano José Baquíjano y Carrillo y que hoy en día el empresario Guido Del Castillo, tubo la gran proeza de restaurar y crear el museo en homenaje a su fallecido hijo, Andrés Del Castillo, un joven ingeniero minero de quien tengo entendido nace la idea de la creación de un museo dedicado a la minería.
El museo como patrimonio cultural, muestra una arquitectura de factura palaciega de estilo republicano de la época, con reminiscencias europeas arabescas neoclásicas, muy bella en sí, la que se encuentra complementada con una exhibición muy significativa de preciosos minerales recogidos de diversos asientos mineros de nuestro territorio nacional, así como muestra la colección de cerámicas prehispánicas de estilo Chancay y textiles, enmarcados con lienzos coloniales de la escuela Cuzqueña de gran formato, que adornan los muros de las salas de exhibición”.
La licenciada agregó que su vocación por el arte y el patrimonio cultural nace de un descubrimiento inducido por un familiar que iba observando desde mi infancia el gusto por el arte y mi sensibilidad mostrada a través de expresiones graficas infantiles en una gran pizarra que mi padre construyó en el patio de mi casa. Y de alguna manera vinculada con el arte y el pasado acentué mi vocación por el arte del pasado cuando en mis inicios trabaje como voluntaria en la Quinta Presa (La antigua Casa de La Perricholi) ubicada en el distrito del Rimac, conservando esculturas y lienzos coloniales”.
La especialista estudió un programa de Educación para profesores de Artes Plásticas en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes del Perú. Con estudios complementarios en la Universidad Cayetano Heredia para obtener el grado y la licenciatura en Educación.
La labor docente la llevo en las venas desde mis abuelos y padres, expresó.
Es una larga historia como largo el camino que tiene la profesión del conservador de patrimonio cultural en la historia del Perú y del mundo.
Por que el Perú con su larga tradición y su gran acervo cultural, aun se mantiene en los primeros peldaños de consolidar la formación del conservador con estudios de 5 a más años y por ende como fuente inagotable de investigaciones y propuestas propias de nuestro contexto.
A través de cursos y congresos organizados por el Instituto Nacional de Cultura en convenio con organismos internacionales como la OEA, la UNESCO, el ICCROM., eventos realizados por embajadas diversas y Países como España, México, Ecuador. Y Estados Unidos. Pero sobre todo buscando la forma de aprovechar las oportunidades en mi propio país que para mi generación aun no existía como carrera profesional universitaria; sino como técnico conservador con formación en otras disciplinas vinculadas o no con el patrimonio cultural.
En el Perú, expresó que “aproveche, con coraje y con un propósito, tal como mencionas, programas recientes como la diplomatura en Conservación Preventiva de Bienes culturales muebles de la Universidad Nacional de San Marcos y estudios de maestría en Conservación de Patrimonio Edificado de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Ingeniería.
Justamente debido a la carencia de una Universidad de la conservación del Patrimonio cultural del Perú y del mundo. Es un gran ideal que persigo construir o participar si se da la oportunidad.
Destacó la necesidad de crear una Universidad similar a la Universidad del Helado en Italia. Y es Italia paradójicamente la cuna del arte y la civilización. No obstante es el país donde se centra el ICCROM, que viene formando grupos de especialistas en temáticas diversas de patrimonio. Pero creo yo que es tiempo de que este organismo u otro comprometido directamente con la memoria del mundo, promueva también “La Universidad de la Conservación del Patrimonio Cultural de la Humanidad” con entes descentralizados en países con gran acervo cultural como el nuestro, donde se brinde una opción, una alternativa mas de formación profesional al poblador común como yo, con igualdad de oportunidades. Y por ende contribuir al incentivo de la valoración de identidades culturales que se vienen promoviendo de manera abrupta en la actualidad, en el mundo.
Por supuesto, el mundo actual está cada vez más cercano en el conocimiento de las diversidades, dijo la Lic. Martínez, expresando que por inercia nos sentimos diferentes pero con igualdad de oportunidades y de obligaciones por conservar esas identidades en cualquier contexto cultural en el mundo.
Aun batallando con prejuicios, estereotipos y tabúes, trato de consolidar el que hacer del conservador en el Perú, con una nueva perspectiva, con una nueva actitud frente al Patrimonio, trato de seguir y difundir a través de estos cursos informativos, los ideales planteados por grandes pensadores del Patrimonio cultural del ICCROM como Gaël de Guichen que me gustaría conocer, trabajar con él y expresar estas inquietudes que tengo respecto al Patrimonio cultural del Perú, de Italia de Egipto, pero que es a la vez Patrimonio cultural del mundo. En la actualidad soy docente, coordinadora y difusora de la conservación preventiva en museos e instituciones academicas.
La especialista tuvo la oportunidad de escribir artículos relacionados a mi experiencia en restauración de bienes muebles, en dos ediciones de la Revista ANALES del Museo de América de España, otro en una revista Alemana y un manual de conservación preventiva para otra institución. Hoy en día tengo preparado otros artículos y un manual de conservación con instrucción didáctica andragogica. ¡Ah! Por supuesto vengo planteando otros proyectos relacionados a mi tesis de la maestría en Patrimonio Edificado y otros planes de prevención y reducción de riesgos en el Patrimonio cultural que espero encontrar colaboración para su ejecución.
Al final acotó somos la raza humana única, dispersa, conviviendo bajo una misma esfera que requiere tanto su valoración para su conservación.