Regreso al proyecto Texcoco, ¿por qué no?

“Lo imposible es el fantasma de los tímidos y el refugio de los cobardes”

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(Aeronoticias): Ante los graves problemas que ya presenta la infraestructura general del aeropuerto Benito Juárez  y la subutilización del aeropuerto de Santa Lucía que no levanta como se esperaba, quizá nuevamente valdría la pena poner el ojo en la posibilidad de reactivar el proyecto del aeropuerto de Texcoco que con solo una firma fue cancelado en el 2019 alegando corrupción (que nunca se ha probado) y fallas técnicas en el proyecto.

Vale la pena decir que todos los obstáculos técnicos del proyecto Texcoco no eran insalvables y de hecho ya se tenían soluciones de ingeniería hidráulica y entre otras consideraciones  ambientales.

La decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco fue totalmente política y totalmente político  debería ser el hecho de retomar su construcción y terminar lo que hubiera sido el Hub de las Américas donde podrían transitar 120 millones de pasajeros anualmente, una cantidad que ni el Benito Juárez ni el AIFA juntos podrían llegar a mover.

El proyecto Texcoco esta ubicado mas cerca del centro de la ciudad de México teniendo mejores conexiones potenciales de transporte, lo que hoy no tiene el AIFA hacia el cual, por cierto, ya se construye un tren urbano que supuestamente debería haber quedado listo y funcionando al 100% en el pasado mes de Julio de 2025, fecha que ha sido movida  para diciembre este mismo año.

Todavía no se puede garantizar que el tren urbano sea suficiente y pueda por sí solo solucionar el problema de conectividad terrestre que hoy tiene el AIFA.

La cancelación del proyecto Texcoco se decidió cuando ya tenía un avance del 35% en su construcción y ya se habían invertido más de 100 mil millones de pesos, pero ha costado mucho más, porque quedaron deudas a inversionistas que han elevado este total más allá de los 300 mil millones de pesos, de acuerdo a datos oficiales, los cuales los ciudadanos seguiremos pagando hasta el año 2043.

El proyecto Texcoco de Norman Foster y Fernando Romero, quienes fueron los arquitectos encargados de la obra, ganó incluso después de la cancelación, el premio Rethinking the Future Awards 2021 por su diseño visionario,  estructura innovadora y calidad arquitectónica futurista.

El aeropuerto de Texcoco hubiera sido uno de nivel internacional comparado con los más importantes y modernos del mundo con sus 6 pistas paralelas y operación simultánea y sus 170 posiciones de estacionamiento para aeronaves, al terminar su última etapa.

Uno de los mayores  obstáculos para retomar el proyecto del aeropuerto de Texcoco era la posibilidad de acumulación de agua de lluvias pero los ingenieros diseñaron un sistema con base en un lago artificial regulador para recibir el agua y evitar inundaciones en las pistas, una red de canales y drenajes reguladores, túneles y bombeo para desalojar agua en caso de lluvias intensas, bordos perimetrales de protección, técnicas de cimentación especial para  terrenos húmedos y arcillosos.

En fin, el aeropuerto de Texcoco no iba a depender solo de bombas sino de un sistema integral de lagos, canales y bordos parecidos a los que en ingeniería  hidráulica se conoce como “parque inundable controlado”, mismos sistemas que se han utilizado en aeropuertos que se han construido incluso sobre el mar.

Hoy ese espacio y sus 14 mil hectáreas se ha convertido en el Parque Lago de Texcoco alrededor del cual ya existen asentamientos urbanos irregulares que siguen aumentando y amenazan su propósito de rescate ambiental.

Retomar el proyecto del aeropuerto  de Texcoco enfrenta grandes problemas económicos, legales y políticos pero que tienen solución y que a la larga darían  a nuestro país un aeropuerto de nivel mundial con todas las enormes ventajas que eso significa.

Una sola firma bastó para su cancelación, una sola firma es suficiente para retomar el proyecto si se tiene voluntad política y visión de estado.

Aunque ha habido avances, el AIFA construido para  sustituir a Texcoco y al Benito Juarez, no ha cumplido con las  expectativas económicas y operativas originales y está muy lejos de lograr los 20 millones de pasajeros pretendidos en su primera etapa.

En cuanto a sus finanzas,  y a pesar de los 414 millones de pesos que ganó en el primer semestre, principalmente por concepto de operaciones de carga,  en  este 2025 siguen fluyendo los subsidios gubernamentales y podrá recuperar sólo el 15% de su inversión inicial hasta el 2035.

Desde su inauguración en el 2022 el AIFA ha recibido subsidios del Gobierno  por 5,245 millones de pesos y en el proyecto de presupuesto para el 2025 el gobierno federal ha solicitado 924 millones de pesos adicionales.

En todo caso,  el AIFA no necesita aviones sino pasajeros que quieran utilizarlo y estos no están convencidos porque no será con baños bien decorados y pasillos limpios como puedan ser atraídos, sino con un aeropuerto eficiente y bien conectado.

Parece imposible pero retomar  el proyecto Texcoco sería una buena solución integral si hay voluntad política para resolver todos los problemas inherentes que  el propio gobierno de López Obrador provocó.

Fuente: A21.com.mx