(Aeronoticias):
Las almohadas son mucho más que simples accesorios de cama: son la base para un buen descanso, especialmente si entrenas fuerza, caminas y haces surf como tú. Una almohada adecuada puede marcar la diferencia en tu recuperación muscular, nivel de comodidad y calidad del sueño.
🧠 ¿Por qué es tan importante la almohada correcta?
Tu almohada debe mantener la cabeza, cuello y columna en alineación neutra para que los músculos se relajen y puedas despertarte sin molestias. Un mal soporte provoca rigidez cervical, dolor de hombros o incluso afecta la espalda baja.
Además, según el tipo de postura al dormir (espalda, lado o estómago), la “altura” (loft) y firmeza de la almohada varía.
💤 Tipos de almohadas y materiales comunes
- Espuma de memoria (memory foam): se adapta a la forma de tu cabeza y cuello, ideal para quienes buscan soporte firme.
- Látex: firmeza intermedia, buena durabilidad y frescura relativa.
- Pluma o plumón: suavidad máxima y sensación de “hundirse”, pero requieren más mantenimiento.
- Fibra sintética / poliéster: opción más económica, versátil, pero menos duradera.
- Almohadas ajustables: combinan relleno que puedes añadir o quitar para adaptar altura/firmeza a tu gusto.
🎯 Cómo elegir según tu postura o uso
- Dormir de lado: altura media-alta + firmeza media-alta para llenar el espacio entre cabeza y hombro.
- Dormir boca arriba: altura media + soporte moderado para que la cabeza no quede demasiado elevada.
- Dormir boca abajo: altura baja o almohada muy suave para evitar torceduras de cuello.
- Post entreno/presión muscular: busca firmeza adecuada para que el cuello no se hunda, lo cual puede tensar trapecios o espalda alta.
✅ Consejos de cuidado y cuándo reemplazar
- Cambia la almohada cuando ya no retome su forma, notes hundimientos, o aparezcan manchas/olor. Vida útil según material: espuma 2-3 años, látex hasta 4 años, plumón o fibra 1-3 años.
- Lava o ventila regularmente, especialmente si sudas mucho o usas tras entrenar.
- Usa funda protectora para prolongar vida útil y mantener higiene.
⚡ Conclusión
Invertir en una buena almohada es invertir en descanso, recuperación y rendimiento diario. Si duermes mal porque tu almohada no apoya bien, tu espalda, cuello o postura sufrirán. Define tu postura al dormir, elige material que se adapte a tu estilo y revisa altura/firmeza. Hazlo y tu cuerpo —entrenamiento, surf, caminatas— lo agradecerá cada mañana.
Fuente: Sebastian Palacin



