(Aeronoticias):
La transformación digital del pasajero ha cambiado de manera profunda la relación entre aerolíneas y clientes. En 2025, el pasajero digital no solo consume información, sino que espera interactuar con ella en tiempo real, desde la compra del boleto hasta la llegada a destino. Esta evolución obliga a las aerolíneas a replantear su comunicación, priorizando inmediatez, claridad y coherencia en todos los puntos de contacto.
La experiencia del viaje ya no se limita al vuelo, sino que se construye a través de pantallas, notificaciones y mensajes constantes.
De la comunicación reactiva a la comunicación anticipada
Durante años, la comunicación aérea fue mayormente reactiva: se informaba cuando ocurría un cambio o una incidencia. Hoy, el pasajero espera anticipación. Alertas tempranas sobre retrasos, cambios de puerta o ajustes de horario reducen la ansiedad y mejoran la percepción del servicio.
Las aerolíneas que logran adelantarse a los problemas, incluso cuando no pueden evitarlos, construyen mayor confianza con sus clientes.
El teléfono móvil como centro del viaje
El smartphone se ha convertido en el principal canal de interacción. Check-in, tarjeta de embarque, notificaciones y atención al cliente convergen en un solo dispositivo. Para el pasajero, cualquier falla en esta cadena digital se percibe como una falla del servicio en su conjunto.
En 2025, una aplicación clara y funcional pesa tanto como la comodidad del asiento.
Información clara en momentos críticos
Los momentos de mayor estrés para el pasajero coinciden con situaciones de incertidumbre: retrasos, cancelaciones o conexiones ajustadas. En estos escenarios, la calidad de la información es determinante.
Mensajes confusos o tardíos agravan la experiencia, mientras que una comunicación directa y comprensible puede mitigar el impacto incluso de una demora prolongada.
La coherencia entre canales como desafío
Uno de los retos más frecuentes es la falta de coherencia entre distintos canales de comunicación. Lo que indica la aplicación, lo que anuncia el aeropuerto y lo que informa el personal debe coincidir. Cuando no ocurre, la credibilidad se resiente.
Las aerolíneas trabajan en integrar sistemas para asegurar que el pasajero reciba un mensaje único y consistente.
El rol de la personalización
El pasajero digital espera mensajes relevantes, no genéricos. Información adaptada a su itinerario, idioma y contexto mejora la experiencia y reduce la sobrecarga informativa.
Esta personalización requiere un uso responsable de datos, pero bien aplicada permite una comunicación más efectiva y humana.
Impacto en la fidelización y la reputación
La forma en que una aerolínea comunica influye directamente en la fidelización. Un pasajero bien informado es más tolerante a los inconvenientes y más propenso a volver a elegir la misma compañía.
En la era digital, la reputación se construye y se erosiona rápidamente a través de experiencias compartidas en redes y plataformas de opinión.
La comunicación como parte del servicio
En 2025, comunicar bien ya no es un complemento, sino una parte esencial del servicio aéreo. La calidad del mensaje influye tanto como la puntualidad o la comodidad.
Las aerolíneas que entienden esta lógica integran la comunicación en su estrategia operativa, no solo en su área de marketing.
Un pasajero más informado y más exigente
El acceso constante a información ha elevado las expectativas del viajero. El pasajero digital compara, evalúa y exige transparencia. Las aerolíneas que no se adaptan a este nuevo estándar corren el riesgo de quedar rezagadas.
Este cambio no es reversible. La digitalización del pasajero define una nueva etapa en la relación entre cliente y aerolínea.
Una comunicación que acompaña todo el viaje
Desde la compra hasta el desembarque, la comunicación se convierte en un hilo conductor del viaje. Cuando es clara, oportuna y coherente, mejora la experiencia incluso en contextos adversos.
En 2025, las aerolíneas que logran dominar este aspecto no solo informan mejor, sino que construyen relaciones más sólidas con sus pasajeros.
Fuente: Sebastian Palacín



