(Aeronoticias).- El desperfecto mecánico de una avioneta que se prestaba a sobrevolar las Líneas de Nasca pudo causar otra tragedia en el aeródromo María Reiche de Vista Alegre.
Al promediar las 8:05 de la mañana de ayer la aeronave, modelo Cessna 210 Centurion, de matrícula OB-1551, perteneciente a la empresa Aero Palcazu se disponía a despegar cuando se rompió la horquilla del tren de aterrizaje, ubicada en la parte delantera, lo que causó que la avioneta se arrastrara por la pista entre 10 y 15 metros.
Asimismo el piloto Ronal Chávez, el copiloto y los cuatro turistas de nacionalidad argentina y canadiense abandonaron temerosos la aeronave. Testigos afirmaron que la pericia del piloto evitó que el incidente hubiera llegado a una tragedia.
Aero Palcazu es una de las empresas que cuenta con permiso para volar por parte de la Dirección General de Aeronáutica Civil, luego de que las autoridades suspendieran los vuelos de las avionetas que no cumplieran todas las medidas de seguridad.
Aeronoticias considera que la Dirección General de Aeronáutica Civil no ha tenido una evaluación aeropolítica clara del problema que ha afectado durante muchos años a las líneas aéreas de Nasca en donde se ha permitido demasiada oferta de asientos en relación a la demanda y una competencia ruinosa en base a tarifas predatorias que ha afectado a la economicidad, por lo que nosotros consideramos que es viable la propuesta del presidente del Instituto Peruano de Derecho Aéreo, Julián Palacin Fernández quien recomienda que el gobierno intervenga el mercado aéreo de Nasca en aplicación al Art. 84.2 de la Ley 27261 y expida un Decreto Supremo que fije tarifas mínimas y máximas a fin de que se establezca una tarifa promedio de 100 dólares y hasta 150 dólares, lo que nos permitirá que en el plazo de 3 años estos pequeños empresarios puedan ir renovando el parque aéreo, mientras tanto los incidentes menores son parte de la estadística y lo que si nos debe preocupar es los dos accidentes de aviación del mismo grupo empresarial que costó la vida de trece seres humanos.
Nos reafirmamos en que el desorden de la aeronáutica civil del Perú se gestó en julio de 2006 cuando asumió la nefasta ministra de Transportes Verónica Zavala Lombardi que tuvo en su director general de Aeronáutica Civil y luego viceministro Carlos Puga Pomareda los actores de desordenar ocho años ininterrumpidos de absoluta seguridad en el sobrevuelo a las líneas de Nazca y en otras rutas del país.
