🇩🇪 Tim Raue: Berlín se sirve al estilo asiático más afilado

¿Vale la pena ir? Sí, si se busca una experiencia gastronómica extrema, elegante y provocadora. No es cocina para el alma, es cocina para el intelecto.

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(Aeronoticias):
Ubicado en el ecléctico barrio de Kreuzberg, el restaurante Tim Raue es una anomalía berlinesa que no busca agradar a todos, pero fascina a quienes se atreven. Bajo la dirección del chef Tim Raue, conocido por su historia de superación desde las pandillas hasta las estrellas Michelin, este local de alta cocina asiática ha sido celebrado por su audacia y perfección técnica. Su cocina, libre de carbohidratos pesados, azúcar y lácteos, se enfoca en sabores vibrantes, picantes, salados y ácidos, creando un equilibrio radical inspirado en la gastronomía tailandesa, china y japonesa.

Con dos estrellas Michelin y una presencia constante en la lista de los 50 Best Restaurants, el lugar destaca por su minimalismo elegante y servicio altamente profesional. Tim Raue, formado en la Escuela Profesional de Gastronomía de Berlín, ha creado una propuesta con visión clara: “transformar el dolor en belleza a través del sabor”.

Quienes lo visitan —incluyendo figuras como Barack Obama y Ferran Adrià— coinciden en que la experiencia es inolvidable. El plato estrella, el pato al estilo Singapur, combina crujiente con especias dulces y umami, mientras que el wagyu con miso negro y umeboshi seduce con intensidad. El menú degustación de seis tiempos ronda los €245 por persona, sin incluir maridaje, que puede elevar la cuenta a €340.

La atmósfera es sobria, con obras de arte urbano y tonos grises que enmarcan la cocina abierta. No hay música de fondo: aquí, el protagonista es el plato. Se recomienda asistir en vestimenta smart casual elegante, y el restaurante ofrece cartas en varios idiomas, opciones sin gluten, así como baños accesibles. Por ubicación —a pasos del Checkpoint Charlie— y conexión en metro, es ideal para turistas gourmet y foodies internacionales.

¿Vale la pena ir? Sí, si se busca una experiencia gastronómica extrema, elegante y provocadora. No es cocina para el alma, es cocina para el intelecto.

Fuente: Sebastián Palacín.