(Aeronoticias):
La ruta Lima – Manila está ganando popularidad entre los viajeros peruanos que buscan descubrir el sudeste asiático a través de uno de sus países más diversos y fascinantes. Aunque no existen vuelos directos, se puede llegar con escalas en ciudades como Madrid, Dubái, Estambul, Doha o Tokio, con un tiempo total de 24 a 28 horas. Manila, la capital de Filipinas, es mucho más que una ciudad de tránsito: es un vibrante centro urbano que combina historia colonial, cultura contemporánea y acceso a más de 7,000 islas paradisíacas.
Experiencias para cada tipo de viajero
- Sector A: Los pasajeros premium eligen cabinas business con servicios exclusivos y escalas cómodas. En Manila, se hospedan en hoteles cinco estrellas como el Solaire Resort & Casino, el Okada Manila o el Conrad Manila. Sus itinerarios incluyen recorridos privados por Intramuros, experiencias de lujo en playas exclusivas de Palawan o Boracay, y cenas en restaurantes con chefs internacionales.
- Sector B: Viajeros de clase media optan por vuelos en turista premium y hoteles de 3 y 4 estrellas en Makati o Bonifacio Global City. Sus actividades incluyen visitas culturales al Fuerte Santiago, paseos por el parque Rizal y escapadas de fin de semana a playas accesibles como Batangas o Subic.
- Sector C: Mochileros y estudiantes viajan con vuelos económicos y se hospedan en hostales céntricos en Malate o Quezon City. Disfrutan de mercados locales, transporte público accesible y excursiones económicas a destinos como Zambales, Tagaytay o la isla Siargao.
Cultura y turismo
Manila es una ciudad que respira historia. Intramuros, el distrito amurallado de la era española, es un viaje al pasado con calles empedradas, iglesias coloniales y museos. El Museo Nacional de Filipinas y la Casa Manila son paradas obligatorias para comprender la fusión de culturas que caracteriza al país.
Además, Manila es el punto de partida ideal para explorar el archipiélago filipino: desde las aguas cristalinas de Palawan y las playas de Boracay, hasta los campos de arroz de Banaue o las montañas de Cebu.
Negocios y educación
La capital filipina es también un centro económico clave en Asia. Ejecutivos peruanos utilizan esta ruta para participar en ferias de tecnología, outsourcing y comercio internacional. Makati, el distrito financiero, es sede de multinacionales y startups innovadoras.
En el ámbito académico, universidades como Ateneo de Manila University y University of the Philippines ofrecen programas de intercambio y posgrado, atrayendo estudiantes internacionales que buscan educación de calidad a precios competitivos.
Gastronomía para todos los gustos
La cocina filipina es una mezcla fascinante de influencias asiáticas, españolas y americanas:
- Sector A: Restaurantes de alta gama como Gallery by Chele o Toyo Eatery, con menús degustación que pueden superar los 300 dólares por persona.
- Sector B: Restaurantes locales con platos típicos como adobo, sinigang y kare-kare por precios entre 20 y 50 dólares.
- Sector C: Puestos callejeros y carinderias (comedores locales) donde se pueden degustar delicias como balut, lumpia y pancit por menos de 5 dólares.
Costos aproximados por segmento
- Sector A: USD 7,500 – 9,500 (business class, hoteles cinco estrellas, experiencias exclusivas).
- Sector B: USD 3,500 – 4,800 (turista premium, hoteles 3-4 estrellas, tours organizados).
- Sector C: Desde USD 2,200 (vuelos económicos, hostales, transporte público y actividades gratuitas).
Accesibilidad y transporte
El Aeropuerto Internacional Ninoy Aquino (MNL) está ubicado a 8 km del centro de Manila. Aunque el tráfico puede ser intenso, existen opciones de traslado eficientes como Grab (una aplicación similar a Uber), autobuses y el metro. Además, el sistema de tren ligero conecta con zonas clave de la ciudad.
Mejor época para viajar
La mejor temporada para visitar Filipinas es entre noviembre y mayo, durante la estación seca, ideal para disfrutar de playas y actividades al aire libre. La temporada de lluvias (junio a octubre) puede traer tifones, aunque también ofrece precios más bajos en vuelos y alojamiento.
Conclusión
La ruta Lima – Manila no es solo un trayecto aéreo, sino una invitación a descubrir un país con una riqueza cultural, histórica y natural inigualable. Con opciones que van desde experiencias de lujo hasta viajes económicos, esta conexión se ha consolidado como una de las más atractivas para los peruanos que desean explorar el sudeste asiático y sus tesoros escondidos.
Fuente: Sebastián Palacín