(Aeronoticias):
La ruta Lima – Pekín es una de las más importantes para los viajeros peruanos que buscan explorar el corazón político, cultural y económico de China. Aunque no existen vuelos directos, las conexiones con escalas en ciudades como Madrid, Ámsterdam, París o Estambul permiten llegar a la capital china en un tiempo promedio de 22 a 25 horas, dependiendo de la aerolínea. Pekín, también conocida como Beijing, es un destino que combina la grandeza de su historia imperial con el dinamismo de una metrópoli moderna, lo que la convierte en una parada imprescindible en Asia.
Experiencias para cada tipo de viajero
- Sector A: Los pasajeros premium optan por cabinas business con servicios de lujo y asientos cama. En Pekín, se hospedan en hoteles cinco estrellas como el Waldorf Astoria, el Aman Summer Palace o el Rosewood Beijing. Sus itinerarios incluyen tours privados a la Ciudad Prohibida, paseos exclusivos por la Gran Muralla y cenas gourmet con maridajes de vinos internacionales y gastronomía china de alto nivel.
- Sector B: Viajeros de clase media eligen vuelos en turista premium y hoteles 3 o 4 estrellas ubicados en zonas estratégicas como Dongcheng o Chaoyang. Disfrutan de visitas guiadas a los templos más emblemáticos, como el Templo del Cielo, y excursiones grupales a la Muralla China en Badaling o Mutianyu.
- Sector C: Mochileros y estudiantes viajan con tarifas económicas, alojándose en hostales céntricos y aprovechando el transporte público eficiente. Realizan actividades accesibles como explorar hutongs tradicionales, visitar mercados nocturnos y recorrer museos gratuitos o de bajo costo.
Cultura y turismo
Pekín es un tesoro cultural con más de 3.000 años de historia. Los viajeros pueden recorrer la Ciudad Prohibida, el palacio imperial más grande del mundo; el Palacio de Verano, con sus jardines y lagos; y la imponente Plaza de Tiananmén, símbolo del país.
La ciudad también es un centro cultural contemporáneo, con distritos artísticos como 798 Art Zone, donde el arte moderno se mezcla con espacios industriales renovados. Festivales de cine, música y gastronomía se celebran durante todo el año, ofreciendo experiencias inmersivas para visitantes de todos los perfiles.
Negocios y educación
Como capital de China, Pekín es el centro neurálgico de decisiones políticas y económicas. Empresarios peruanos utilizan esta ruta para reuniones de negocios, ferias internacionales y acuerdos en sectores estratégicos como tecnología, comercio, energía y educación.
En el ámbito académico, universidades de prestigio mundial como Peking University y Tsinghua University reciben estudiantes internacionales interesados en programas de posgrado y colaboración científica, lo que convierte a Pekín en un polo educativo de excelencia.
Gastronomía para todos los gustos
La gastronomía en Pekín es una experiencia única que combina tradición y vanguardia:
- Sector A: Restaurantes de alta gama como TRB Hutong o Da Dong Roast Duck, con menús exclusivos que fusionan técnicas modernas y cocina tradicional.
- Sector B: Restaurantes locales que ofrecen el famoso pato laqueado, dumplings y platos típicos desde 20 a 40 dólares.
- Sector C: Puestos callejeros con comidas como baozi, jianbing y brochetas, con precios que oscilan entre 2 y 5 dólares.
Costos aproximados por segmento
- Sector A: USD 7,000 – 9,000 (business class, hoteles de lujo, experiencias privadas).
- Sector B: USD 3,500 – 4,800 (turista premium, hoteles 3-4 estrellas, tours organizados).
- Sector C: Desde USD 2,000 (vuelos económicos, hostales, transporte público y actividades gratuitas).
Accesibilidad y transporte
El Aeropuerto Internacional de Pekín-Capital (PEK) está conectado con el centro mediante tren expreso, buses y taxis. La red de metro es moderna, económica y eficiente, con señalización en inglés que facilita el traslado incluso a quienes no hablan chino.
Mejor época para viajar
La primavera (abril-mayo) y el otoño (septiembre-octubre) son las mejores estaciones, con climas templados y cielos despejados. El verano es caluroso y húmedo, mientras que el invierno ofrece paisajes únicos y menos aglomeración, aunque con temperaturas bajo cero.
Conclusión
La ruta Lima – Pekín es mucho más que un viaje aéreo: es la puerta de entrada a un país milenario que combina tradición, modernidad y oportunidades. Con opciones que van desde experiencias de lujo hasta viajes económicos, esta conexión permite a los peruanos descubrir la grandeza de China y su rol como potencia global.
Fuente: Sebastián Palacín