(Aeronoticias).- Nombre: Thomas Minder. Retrato: Hombre blanco de ojos azules. Ubigeo: Schaffhausen, Suiza. Trabajo: Empresario dedicado al área de limpieza. Ideología: Derecha burguesa y liberal. Logro: Impulsar una norma ampliamente votada que limita, vía votación de accionistas, las ganancias de ejecutivos de empresas y haberse «cargado» los intentos del grupo de presión Economiesuisse para detener su propuesta.
Y es que la empresa de Thomas Minder, con más de 120 años de historia, casi sufrió un colapso con el desplome de la aerolínea Swissair por impago a sus proveedores. Swissair, un orgullo nacional en aquel entonces, y cuya extinción -21 de octubre de 2001- fue señalado como un trauma nacional. Pero, qué va, pobres los trabajadores y los empresarios que viven alrededor de la aerolínea suiza, si el responsable de Swissair, Mario Corti, fue «despedido» con una indemnización de nueve millones de euros.
Desde que se enteró del «despido» de 9 millones, la venganza de Mr. Minder -aficionado a la ornitología- funcionó como un relojito suizo. Y no paró hasta este 3 de marzo, 12 años después.
«No podía quedarme indiferente ante un robo de esa magnitud. Que se paguen tales sumas a ejecutivos que no han hecho su trabajo me pareció intolerable. Entonces decidí actuar», explicó Thomas Minder, en referencia a la millonaria liquidación que recibió Mario Corti. Con una bolsa de 80 mil euros que nutrió los inicios de esta campaña, Minder se enteró a la mala que no serviría enviar cartas a los medios. «Decidí invertir en una campaña de denuncia. Recibí en 48 horas más de 3.000 cartas de apoyo de personas que se ofrecieron a darle forma al texto de la iniciativa. Un texto perfecto, sin fisuras ni posibles escapatorias para las empresas tentadas de hacer trampas», explicó su maquinación.
Sin embargo, el trabajo de Minder pareció obscurecerse ante la campaña del Economiesuisse, un lobby que aglutina a grandes empresas, quien vendió la imagen de una Suiza quebrada tras la propuesta de Thomas. Este combate no es ideológico, sostiene el dueño de Trybol. «Me parece que los accionistas deben asumir la responsabilidad sobre las retribuciones acordadas por la empresa. Si están de acuerdo en despilfarrar el dinero de su compañía con el pago de sueldos exagerados, ese es su problema».
En octubre de 2006, Thomas Minder presenta el texto de la iniciativa. Los organismos encargados de ejecutar la medida en las urnas demoran dos años mientras la prensa alineada con el Economiesuisse sigue bombardeando de terror y negocios en quiebra la propuesta de Minder, un hombre que no se considera del bando socialista. «Yo no tengo nada de ideólogo de izquierdas (…) Pertenezco a la derecha burguesa y liberal. En Suiza, la izquierda quisiera imponer que ningún salario pueda superar en 12 veces al del más modesto empleado de una empresa. Estoy en contra de esas limitaciones que quieren imponer los socialistas. No quiero control del Estado. Lo que quiero es devolver el poder a los accionistas y que el pueblo detente el poder político real. No los partidos».
Otras críticas como las que hizo a los directores del UBS, uno de los bancos suizos más grandes del mundo, reflejan su aspereza en momentos clave. A los líderes del UBS los tachó de «fracasados del siglo». Fue interceptado por la fuerza por miembros de seguridad del banco cuando intentó ingresar a la Asamblea General del banco suizo para entregar una copia del Código de Obligaciones -documento que señala cómo deben actuar las empresas- al exdirector general de la entidad financiera, Marcel Ospel. Éste admitió que la medida fue «exagerada».
Cuando ingresó a la arena política para impulsar con más fuerza su propuesta, pronto se forjó la reputación entre sus colegas, los parlamentarios, de ser una persona que dice lo que piensa. Para hacerse con el cargo de miembro de comisión parlamentaria, debió enlistarse a Unión Democrática del Centro -UDC-. Un acto donde aprendió el sabor de ser apuñalado: Christoph Blocher, estrella de la UDC, apoyó la medida Minder. Tiempo después, Christoph Blocher, estrella de la UDC, luchó contra la medida Minder. Desde 2011 es miembro del Consejo de los Estados, que es la Cámara Alta del Parlamento.
Ahora, tras una aventura político-electoral que comenzó desde la noticia de que el «fracasado» Mario Corti quebrase Swissair con una indemnización de 9 millones de euros, culmina el capítulo más importante para la medida votada en consulta nacional, la cual 7 de cada 10 le dijo sí a la norma Minder.
Con información de Swissinfo y El País.
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