(Aeronoticias).- Un cable «secreto» que fecha el 1 de agosto de 1973, publicado por la organización Wikileaks y un colectivo de medios informativos, revela una conversación entre Luis Carrero Blanco -presidente del Gobierno de España en aquel entonces- y Horacio Rivero -embajador norteamericano-, la cual versa sobre los riesgos de una formación soviética en Argelia y Marruecos, y que cualquier medida tomada por el bloque aliado -pro Estados Unidos- afectaría en otros enclaves soviéticos.
Estas dos últimas naciones pertenecen al vecindario africano de España, por lo que geopolíticamente el país ibérico jugaba un vital rol.
En otro de los cables, el presidente de gobierno lanzó un ofrecimiento que, en los calificativos más duros, se le llamaría entreguista: «Carrero subrayó que los Pirineos podrían proporcionar una segunda línea defensiva tras la cual las fuerzas occidentales podrían reorganizarse y recibir suministros desde América (sic), si la primera línea de defensa de la OTAN fuera desbordada; porque, destacó, la OTAN no cuenta con una segunda línea de defensa ni con coordinación logística».
Posteriormente Henry Kissinger, hombre fuerte del presidente norteamericano Richard Nixon -en aquel entonces-, visitó a Luis Carrero el 19 de diciembre de 1973. Debatieron acerca de lo que el Senado de EEUU pensaba de la dictatorial España de aquel entonces, por lo que un nuevo tratado para que la nación europea adquiera material bélico sería imposible, a menos que enmienden los acuerdos firmados anteriormente.
Horas después de la reunión Carrero-Kissinger, el automóvil oficial del hispano voló en pedazos por cortesía de ETA. Carrero Blanco había muerto.