(Aeronoticias).- Como un satélite actuó el entonces príncipe de España, Juan Carlos de Borbón, cuando comenzó a informar al gobierno norteamericano acerca de la crisis cardíaca que sufrió Francisco Franco, dictador de España desde 1939, según reveló el diario Público en alianza con Wikileaks.
Pero esto no se detuvo luego de la muerte del Pakísimo -superlativo de Paco, apócope de Francisco-, sino que durante su discurso tras la muerte de Franco siguió apostando por la superpotencia norteamericana. La posición de Estados Unidos fue la de direccionar la democracia para evitar que «los comunistas y los extremistas de todos los colores jugaran un papel determinante«, expresó en un documento Wells Stabler, embajador en Madrid.
En aquel momento, Estados Unidos se embarcó en un juego para que España formara parte de la OTAN, pero aquel ingreso no sería gratuito, y cuyo pago exigía la instalación de bases. Para el diario Público, «Si Juan Carlos pensó en algún momento que Washington estaría de su lado porque le preocupaba la democratización de España pecaba de ingenuo«.
Con información de Russia Today.
