(Aeronoticias):
Con locales en Miraflores, Barranco y la Costa Verde, Rústica (Pizzería Bar) se ha ganado fama por su ambiente festivo, música en vivo y pizzas grandes para compartir. Sin embargo, llegan cada vez más críticas de clientes que consideran que la experiencia empata solo en foto y coctel, mientras la calidad de comida y servicio deja mucho que desear.
🧾 Opiniones discordantes: diversión vs ejecución
- En TripAdvisor, varios comensales describen que el show de los meseros y presentación voltáica incomodan en un local pequeño, incluso entorpeciendo el servicio:
“Mozos pésimo, hacen demasiado bulla y un baile que estorba en un local pequeño… cobran S/5 extra por buffet y los picarones no los incluyen” . - Desde Barranco señalan que el buffet ofrecido entregaba platos fríos o con poco contenido:
“Todas las recetas estaban frías o vacías…” . - En la Costa Verde también se reportaron esperas largas, atención deficiente y estado descuidado del local:
“…</> pésima atención, esperas de 20 minutos, y el local descuidado con estructuras de madera mal tratadas” .
Asimismo, en algunas reseñas se menciona un servicio muy desordenado, donde un plato llegaba mucho antes que otro, y entradas olvidadas:
“El camarero olvidó nuestra entrada, trajo un plato mal de los dos pedidos…” .
🍽️ ¿Dónde flaquea la experiencia?
- Servicio ruidoso y caótico: el “show” interactivo del personal molesta a algunos comensales y distrae más que entretiene.
- Comidas frías o incompletas: varios clientes reportan poca cantidad y calidad baja en los platos del buffet.
- Distracciones por el ambiente: locales pequeños y concurridos, con música alta que resta comodidad.
- Valor cuestionado: precios moderados con promoción de buffet o menú, pero comida con sabor flojo y atención irregular.
💬 Frases textuales de clientes (TripAdvisor y TikTok)
“Mozos pésimos… cobran más por buffet y los picarones no los incluyen.”
“Buffet con platos fríos o vacíos.”
“Esperas de 20 minutos, atención pésima y local descuidado.”
Estos testimonios resaltan incómodas incongruencias entre la promesa festiva del local y la comida, a menudo rutinaria y poco satisfecha.