(Aeronoticias):
China ha dado un paso decisivo en la industria aeronáutica mundial. El C919, el avión de pasajeros desarrollado por COMAC (Commercial Aircraft Corporation of China), ha comenzado a consolidar su presencia en rutas comerciales durante 2025, impulsado por nuevos pedidos y un aumento progresivo en su operación dentro del mercado asiático. Esta expansión coloca a China en una posición inédita: por primera vez, un fabricante fuera del tradicional duopolio Airbus-Boeing empieza a competir en la categoría más codiciada de la aviación comercial, los aviones de pasillo único.
Aunque el C919 aún tiene un largo camino por recorrer en certificaciones internacionales, su desempeño inicial y el respaldo político y económico del gobierno chino están generando atención en todo el sector.
Un programa que avanza después de años de desarrollo
El C919 no es un proyecto reciente. China lleva más de una década trabajando para reducir su dependencia de fabricantes extranjeros y desarrollar una aeronave capaz de competir con el Airbus A320neo y el Boeing 737 MAX.
En 2023 entró en servicio comercial con China Eastern Airlines y, desde entonces, el programa ha evolucionado de forma gradual. Durante 2025, más aerolíneas chinas han incorporado nuevas unidades, especialmente para rutas domésticas de alta densidad, donde el rendimiento del C919 se ha demostrado estable.
Las autoridades aeronáuticas del país han acelerado procesos de certificación interna con el objetivo de que el avión alcance producción masiva antes del 2030.
Características que lo posicionan como rival directo del A320 y el 737
El C919 fue diseñado con parámetros similares a los modelos occidentales más exitosos. Cuenta con:
- capacidad para más de 150 pasajeros,
- motores CFM LEAP-1C,
- cabina moderna,
- fuselaje optimizado para reducir consumo,
- y un alcance adecuado para rutas de corto y mediano radio.
Si bien todavía no iguala la experiencia operativa acumulada por Airbus o Boeing, el rendimiento observado en sus primeros meses de operación sugiere que la aeronave podría convertirse en una alternativa viable para ciertos mercados.
El impulso interno: miles de millones en inversión estratégica
El ascenso del C919 no sería posible sin el respaldo del gobierno chino. COMAC recibe apoyo directo de programas estatales que buscan estimular la fabricación nacional de aeronaves y reducir la dependencia del país de productos extranjeros.
Este impulso no solo favorece el desarrollo del C919, sino también de su futuro hermano mayor, el C929, un avión de fuselaje ancho actualmente en diseño. Con estas iniciativas, China apunta a competir en segmentos dominados desde hace décadas por Estados Unidos y Europa.
El interés internacional empieza a crecer
Aunque por ahora la mayoría de los pedidos provienen de aerolíneas chinas, ya existen señales de interés en mercados como Asia Central, África y Medio Oriente, donde la oferta de Airbus y Boeing no siempre se adapta a las necesidades financieras o logísticas de las aerolíneas emergentes.
Para muchas compañías pequeñas o estatales, el C919 representa una opción más accesible y con posibles acuerdos de financiamiento favorables, lo que aumenta su atractivo comercial.
Las limitaciones que aún enfrenta
Pese al entusiasmo, el C919 todavía tiene retos importantes:
- falta de certificación por parte de autoridades como la EASA o la FAA,
- dependencia de proveedores internacionales para componentes clave,
- experiencia operativa limitada,
- y tiempos de producción aún inferiores a los de Airbus y Boeing.
Estas barreras explican por qué, de momento, su presencia global es más potencial que real, aunque la tendencia apunta a una expansión continua.
Un mercado global atento a cualquier cambio
La irrupción del C919 llega en un momento en el que Airbus está en su punto más fuerte y Boeing enfrenta retrasos y dificultades regulatorias. Este contexto ha generado un espacio donde un tercer actor puede empezar a captar interés, especialmente en regiones con necesidades específicas de costo y autonomía.
La gran pregunta para los próximos años será si COMAC logra escalar producción y certificar el avión fuera de China. Si lo consigue, el mercado de pasillo único —el más grande del mundo— podría transformarse profundamente.
El inicio de una nueva era en la aviación comercial
El 2025 podría ser recordado como el año en que China dejó de ser solo un consumidor de aviones extranjeros y se posicionó como un competidor real.
Aunque el C919 aún no amenaza directamente a Airbus y Boeing en volumen, su avance demuestra que el duopolio no es intocable.
COMAC todavía debe ganar experiencia, certificaciones y confianza internacional. Sin embargo, el mensaje ya está claro: China llegó para quedarse, y el C919 es apenas el primer paso hacia un nuevo equilibrio en la industria global.
Fuente: Sebastian Palacín



