(Aeronoticias): Claudia C. / Aviación Digital, Sp.- Hay momentos en los que la historia y el futuro se encuentran en un mismo lugar, y eso ocurrió ayer en La Muñoza, el corazón del mantenimiento de Iberia en Madrid. Allí, nuestra reportera más joven, Claudia, de 15 años, se acercó con nervios y entusiasmo a una de las figuras más importantes de la aviación española: Bettina Kadner, la primera mujer piloto comercial y comandante en nuestro país.
El motivo del acto ya era especial de por sí: Iberia bautizaba un Airbus A320neo con el nombre de Bettina Kadner, en reconocimiento a la mujer que, con apenas 22 años, abrió la cabina de los grandes aviones a las mujeres en 1969. Sin embargo, lo que para muchos fue un homenaje institucional, para Claudia fue también un encuentro íntimo, un instante en el que sus sueños de ser piloto se toparon cara a cara con la experiencia de quien ya había roto esas barreras décadas atrás.

El valor de una pionera visto desde los ojos de una adolescente
Para Claudia, acercarse a Bettina no era solo conocer a una leyenda de la aviación. Era encontrarse con alguien que había recorrido el camino que ella sueña recorrer. Y aunque al final no pudo realizar la entrevista que tanto había preparado, la oportunidad de hablar de tú a tú con Bettina fue suficiente para que ese día quedara marcado en su memoria.
Kadner, con la serenidad que da la experiencia y con la cercanía de quien sabe escuchar, le contó cómo durante casi diez años fue la única mujer en las cabinas de los aviones españoles y cómo más tarde, en Iberia, comandó vuelos en los modernos Airbus con la misma naturalidad con la que un niño se acostumbra a su bicicleta. Para Claudia, esas palabras no eran solo historia: eran una promesa de que el futuro que imagina es posible.
Consejos que cruzan generaciones
Bettina no necesitó grandes discursos para transmitir un mensaje profundo. Le habló de la importancia de la constancia, la disciplina y la pasión por volar. También le confesó que en sus inicios tuvo que enfrentarse a prejuicios y dudas, pero que esas dificultades no hicieron sino reforzar su vocación.

El homenaje de Iberia y el eco del futuro
El acto oficial fue solemne y emotivo. El presidente de Iberia, Marco Sansavini, recordó que poner el nombre de Bettina en un avión significa recordar a una mujer que abrió camino y lanzó un mensaje de futuro a las próximas generaciones. Entre esas generaciones está Claudia, que vio despegar ese Airbus con una emoción difícil de describir.

Más allá de los discursos, lo que quedó claro es que la figura de Bettina Kadner no solo pertenece al pasado, sino que sigue siendo un faro para quienes vienen detrás. Ella no solo voló miles de horas, también construyó un espacio donde ahora más mujeres pueden soñar con una cabina de vuelo como lugar de trabajo.
Una conversación que vale más que una entrevista
Claudia admitió que quizá sus preguntas escritas en la libreta nunca llegaron a formularse, pero se llevó algo mucho más valioso: la experiencia de compartir un momento con una pionera y recibir de ella consejos sinceros y directos, porque todo lo hay que saber de ella, ya está escrito.

Claudia salió de La Muñoza con una sonrisa enorme, convencida de que algún día volverá, no como periodista, sino como piloto. Y cuando ese día llegue, recordará aquella mañana en la que el destino le regaló la oportunidad de hablar de tú a tú con Bettina Kadner, la mujer que demostró que los sueños de volar no entienden de géneros ni de barreras, solo de valentía para despegar.
Fuente: aviaciondigital.com