Inédito incidente de colisión en vuelo: Un Boeing 737 impacta con globo meteorológico a 36,000 pies

El reciente choque entre un Boeing 737 de United Airlines y un globo sonda no tripulado en espacio aéreo estadounidense reabre el debate sobre la gestión del tráfico aéreo y los retos regulatorios ante la proliferación de artefactos de observación atmosférica.

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(Aeronoticias): Aviación Digital, Sp.- La tranquila rutina de un vuelo comercial sobre los cielos de Utah se transformó en una situación crítica el 16 de octubre de 2025, cuando el Boeing 737-8 de United Airlines —en ruta entre Denver y Los Ángeles— sufrió una inesperada fractura en el parabrisas a 36,000 pies de altitud.

Aviación Digital cubrió inicialmente el accidente centrando la atención en la rotura del parabrisas y las hipótesis abiertas sobre la causa — desde granizo hasta posibles elementos de basura espacial o meteoritos —, enfatizando la profesionalidad de la tripulación y la eficacia de los protocolos de emergencia. Este nuevo análisis aporta el contexto ampliado y la confirmación oficial sobre la implicación de un globo meteorológico.

Detalles técnicos del incidente: impacto en operación y materiales

La investigación preliminar de la NTSB revela que el vuelo UAL 1093 se encontraba en crucero cuando el Comandante divisó en el horizonte un objeto no identificado, llegando el impacto un instante después sobre el parabrisas derecho delantero, dañando la estructura multicapa del vidrio pero sin despresurización de cabina. El Comandante, herido levemente por fragmentos de vidrio, logró organizar una desviación controlada y el aterrizaje en Salt Lake City, demostrando la resiliencia de los procedimientos y del diseño del parabrisas, certificado para resistir el choque de aves de hasta 4 libras.

El objeto resultó ser un globo sonda de WindBorne Systems (GSB), cuya última telemetría reportaba 35,936 pies. El artefacto cuenta con estructura de materiales plásticos, evitando componentes rígidos, lo que redujo el riesgo de daños críticos al fuselaje y sistemas vitales del avión. Sin embargo, el material sí logró fracturar el vidrio exterior del parabrisas copiloto.

Análisis de impacto operativo, normativo y de tráfico aéreo

Reguladores y expertos se han reunido en la investigación, incluyendo a la FAA, Boeing, United Airlines y el fabricante del globo. Este accidente subraya la complejidad operativa para identificar y coordinar la navegación de objetos no tripulados, especialmente dentro de los niveles de crucero de aviación comercial.

Si bien la FAA exige “Notice to Airmen” (NOTAM) en lanzamientos, el aviso sobre el globo implicado había expirado horas antes, y la trayectoria del artefacto mostró cambios inesperados por acción de vientos de gran altitud. Esto deja patente la necesidad de revisar la actualización y visibilidad en tiempo real de NOTAMs, así como integrar a los operadores civiles y comerciales de globos en sistemas de gestión de tránsito más dinámicos.

Opinión de expertos y contexto internacional

Especialistas citados por la NTSB, junto a fuentes oficiales del fabricante WindBorne, destacan que los globos meteorológicos se diseñan para minimizar el riesgo en caso de colisión, pero su proliferación y autonomía creciente plantean riesgos agregados a futuro. El uso compartido del espacio aéreo por plataformas no tripuladas, satélites de órbita baja y aeronaves comerciales requiere un nuevo enfoque sistémico: fortalecimiento del seguimiento vía ADS-B, interoperabilidad de sistemas de gestión de tráfico y normas más estrictas de segregación vertical y lateral.

El incidente de Moab, sin consecuencias fatales pero sí con daños materiales y un mensaje de advertencia para la industria, pone en relieve los límites de la normativa actual ante la irrupción de nuevos actores en los cielos. La pregunta clave es si los marcos de gestión y regulación evolucionarán al ritmo de la innovación tecnológica, garantizando seguridad sin frenar el avance en tecnologías de observación y telecomunicaciones atmosféricas.

Fuente: aviaciondigital.com