(Aeronoticias).- Para el periodista Javier Mato, del diario especializado en turismo Preferente.com, Galicia -al noroeste de España- «es un ejemplo de la desnortada política de transportes que tiene este país, tomando el relevo del País Vasco que, con sus tres aeropuertos había sido un modelo de lo que no hacer».
Para Mato, la crítica no es gratuita. Suficiente con poseer tres aeropuertos conectados por una vía de 160 kilómetros de inicio a fin, con 22 millones de euros en subvenciones para dos aerolíneas en una región que tiene una baja tasa de movilidad a pesar de tener 2 millones y pico de habitantes, distribuidos de manera irregular.
Eso sin contar con la construcción de un tren.
«El problema no es tener tres aeropuertos abiertos a tan escasa distancia, el problema es tener tres aeropuertos infrautilizados a menos de 200 kilómetros con una excelente autopista en medio. Un día ordinario, Santiago tiene unas 20 operaciones (tres mil viajeros en cada sentido), mientras que Vigo y La Coruña llegan a duras penas a las diez (la mitad de viajeros)», puntualiza Mato.