(Aeronoticias): En un ensayo considerado clave para el desarrollo de una estrategia integral frente a amenazas en la estratósfera, aviones de combate Dassault Rafale y Mirage 2000 del Armée de l’Air et de l’Espace realizaron con éxito los primeros disparos de misiles MICA contra globos estratosféricos, según anunció el ministro de las Fuerzas Armadas francesas, Sébastien Lecornu.
Según Lecornu, los disparos pusieron a prueba los límites tecnológicos de las aeronaves, los pilotos y los misiles en condiciones extremas, y marcan un hito dentro del componente de intercepción de la futura estrategia francesa para enfrentar desafíos en la THA (Très Haute Altitude – Altitud Muy Elevada).
La estratósfera como nuevo dominio de confrontación
El interés por la defensa aérea en altitudes superiores a los 20 km ha crecido significativamente desde el incidente del globo de vigilancia chino derribado por un F-22 estadounidense en febrero de 2023 (luego vendrían otros episodios similares). Aquella operación, ejecutada con un misil AIM-9X, representó la primera victoria aire-aire confirmada del Raptor, y puso en evidencia la necesidad de desarrollar doctrinas, sensores y armas específicas para operar en un entorno donde ni los sistemas antiaéreos convencionales ni los medios espaciales tienen plena eficacia.
En ese contexto, Francia busca posicionarse como uno de los primeros actores europeos con una capacidad efectiva de intercepción en la estratósfera. Esta primera campaña de ensayos —con misiles MICA de guía infrarroja o electromagnética— permite validar parámetros balísticos y de guiado en condiciones poco habituales para armamento aire-aire, y abre la puerta a una doctrina operacional que combine capacidades aéreas, espaciales y cibernéticas frente a vectores estratosféricos.
Hacia una defensa THA europea
Aunque el anuncio se limita a un primer paso, el enfoque francés apunta a construir una arquitectura de defensa estratificada que abarque desde lo terrestre hasta el espacio cercano. La Dirección General de Armamento (DGA), responsable de la supervisión de las pruebas, también colabora en programas de vigilancia del espacio aéreo mediante sensores electroópticos y radares de gran altitud, lo cual podría complementar la capacidad de detección e identificación temprana de amenazas en este dominio emergente.
Lecornu felicitó a los aviadores involucrados y a los equipos técnicos de la DGA por el éxito de la campaña, subrayando que se trata de una primera etapa dentro de una estrategia más amplia que reconoce a la THA como “un espacio de conflictualidad en expansión”.
El ensayo refuerza el mensaje político y operativo de Francia sobre su voluntad de anticiparse a los nuevos escenarios de confrontación tecnológica, y marca un nuevo capítulo en la convergencia entre defensa aérea, innovación espacial y soberanía estratégica.
Fuente: aviacionline.com