(Aeronoticias).-Para los amantes del turismo de aventura, volar en parapente bajo el eterno cielo azul de Huamanga es adrenalina pura. Al despegar desde lo más alto del cerro tutelar Campanalloc a 3,500 sobre el nivel del mar se siente que el miedo te paraliza por unos segundos, pero después la sensación de gozo, paz y libertad es inexplicable.
Cabe precisar que el buen clima y los tonos cálidos permiten apreciar bellos bosques de taras y de retamas, así como melancólicos árboles de molle.
Si al leer el presente artículo ya te animaste a viajar hacía Ayacucho, te aseguro no te arrepentirás porque el paisaje es sobrecogedor y el frío también mientras vuelas hacia los extramuros de la ciudad de Ayacucho, para observar la ciudadela Wari y posteriormente la histórica y famosa pampa de Quinua, lugar donde se selló la independencia.
Una buena oportunidad de hacer turismo interno porque aún quedan intactos pueblos de fantasía y ceramistas notables que tras realizar este inolvidable tour alado puedes visitar en compañía de guías locales. El precio de un vuelo en parapente, incluida filmación y traslados cuesta 150 soles.