🇧🇷 D.O.M.: La selva amazónica conquista São Paulo

Ventajas diferenciales: uso de insumos amazónicos poco comunes, discurso medioambiental coherente, conexión con pueblos originarios. ¿Vale la pena? Si buscas una experiencia que combine alta cocina con activismo ecológico y cultural, D.O.M. es insuperable.

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(Aeronoticias):
En pleno corazón de Jardins, uno de los barrios más exclusivos de São Paulo, se erige el restaurante D.O.M., acrónimo de Deo Optimo Maximo (a Dios, lo mejor y lo más grande), un tributo no solo a la alta cocina, sino a la biodiversidad brasileña. Este espacio, fundado por el influyente chef Alex Atala, ha transformado ingredientes olvidados de la Amazonía en símbolos de lujo gastronómico.

Con dos estrellas Michelin y presencia constante en los rankings de The World’s 50 Best, D.O.M. no solo representa lo mejor de Brasil, sino que funciona como vitrina política del potencial culinario latinoamericano. Su lema es claro: «La cocina puede cambiar el mundo».

Alex Atala, ex-DJ convertido en cocinero, se formó en la prestigiosa École Hôtelière de Namur (Bélgica) y en institutos gastronómicos de Italia y Francia. Su especialización en cocina clásica europea contrasta con su obsesión por los sabores autóctonos brasileños: tucupí, formigas saúva, açaí silvestre y mandioca fermentada.

Entre sus platos emblemáticos se encuentran el palmito pupunha al horno de leña con aire de limón, el risotto de moqueca, o la experiencia sensorial del hormiga amazónica sobre piña fermentada, descrita por comensales como “ácida, cítrica y totalmente inesperada”.

El menú degustación cuesta entre R$ 690 y R$ 890 BRL (USD $135–$170) por persona, sin bebidas. La experiencia incluye maridaje opcional y un recorrido guiado por la historia de cada ingrediente. El ambiente es minimalista, cálido y sobrio, con un servicio atento y multilingüe. El código de vestimenta es elegante informal.

D.O.M. es accesible para personas con discapacidad y su equipo está entrenado para adaptar la experiencia a personas con restricciones alimentarias. La infraestructura incluye salones privados, cocina abierta y bodega climatizada.

Figuras como René Redzepi, Gisele Bündchen y Anthony Bourdain han pasado por sus mesas. El restaurante ha sido protagonista de polémicas por el uso de ingredientes “no convencionales”, como insectos o raíces fermentadas, aunque Atala siempre ha defendido su uso como un acto político y sostenible.

TripAdvisor lo sitúa entre los mejores del país, destacando su “cocina introspectiva” y “el uso poético de lo silvestre”. Su misión es promover la soberanía alimentaria latinoamericana; su visión, convertir a Brasil en potencia culinaria mundial.

Ventajas diferenciales: uso de insumos amazónicos poco comunes, discurso medioambiental coherente, conexión con pueblos originarios. ¿Vale la pena? Si buscas una experiencia que combine alta cocina con activismo ecológico y cultural, D.O.M. es insuperable.

Fuente: Sebastián Palacín.