(Aeronoticias): Cuando uno piensa en Chili’s, lo primero que viene a la mente son las fajitas generosas, las ribs jugosas y esas famosas margaritas que volvieron popular esta cadena en los 90. Pero hoy, hay una tendencia preocupante: muchos comensales coinciden en que la calidad ha bajado dramáticamente.
En Tripadvisor comentan:
“The food quality is starting to decline.”
En México, desde Parque Lindavista, una crítica más dura quizás: “Muy baja calidad en alimentos… comida de mala calidad, se cayó este lugar”
Y en Reddit el panorama es más crudo:
“Food is overpriced microwaved garbage … portion size is like getting a kids meal”
Los usuarios denuncian que sirven porciones pequeñas, precios inflados y comida recalentada. Desde un punto de vista personal: esa textura apagada y falta de sabor ocurre cuando algo se recalienta o se mantiene en calorías sin control. No es una fábrica de comida rápida, sino una cadena casual que se jacta de cierto nivel, y de repente parece estar renuente a mantener el estándar.
Otro disgusto común es el servicio:
Un comentario en Facebook refleja este hartazgo:“Just ate at Chili’s and it was the worst experience ever. It took at least 25 minutes … worst service”
Sumado a esto, en TikTok se ha viralizado un video (con cientos de interacciones):
“Ya no voy a Chili’s, bajó muchísimo la calidad!!!”
También en Lemon8, un perfil gastronómico declaró que:
“Chili’s food quality has gone down considerably since I was a kid. Ribs: 5.5/10 … Fajitas: 6/10 … Chicken sandwich: 5.5/10”
El patrón es claro: platos que antes brillaban ahora aparecen apagados, sin esa chispa de sabor, tamaños reducidos y precios que no reflejan la experiencia ofrecida.
🔍 Fragmento de crítica humana
Fui a Chili’s con la misma expectativa de siempre: porciones generosas, sabor firme y buen ambiente. Lo que recibí fue arroz seco, fajitas tibias y el ambiente deslucido. Un par de chips en la mesa y unas margaritas diluidas parecían gastar más en hielo que en bebida de verdad.
¿Está caro? Sí. Pero lo peor no es el precio, sino que la experiencia se sienta barata. Ver esas costillas resecas, recibir una orden equivocada y esperar más de 20 minutos para que llegue son señales de que hay fallas en la cocina, en el servicio o en la logística.
🎯 En resumen
Chili’s sigue teniendo potencial: su esencia tex‑mex podría atraer a muchos. El problema es que perdió el alma. Si no ajustan sus procedimientos, revisan su entrenamiento y recuperan ese saber hacer —por ejemplo, fajitas hechas al instante, ribs bien cubiertas de salsa y un servicio atento—, solo lograrán que cada cliente que vuelve sea el último.
Ahora, en un mercado donde hay tantas alternativas casuales, su verdadero desafío no es solo mantener el menú, sino retomar la identidad que los sacó adelante alguna vez.
Fuente: Sebastian Palacin.