Kulm Hotel St. Moritz: El pionero del turismo alpino de lujo en Suiza

La filosofía del Kulm Hotel es preservar la esencia del turismo alpino con una hospitalidad que combina herencia, autenticidad y sofisticación en un entorno natural privilegiado.

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(Aeronoticias): El Kulm Hotel St. Moritz no es solo un hotel de cinco estrellas; es la cuna del turismo de invierno moderno. Fundado en 1856 por Johannes Badrutt, este establecimiento fue el primero en atraer a viajeros de élite a los Alpes suizos, sentando las bases del turismo de lujo en St. Moritz.

Con 164 habitaciones y suites, el Kulm conserva su estilo clásico alpino, con maderas nobles, vistas panorámicas al lago y a las montañas, y una atmósfera cálida que equilibra historia y modernidad. Su Kulm Spa de 2,000 m² es considerado uno de los mejores de Europa, con piscinas interiores y exteriores, circuitos termales y tratamientos de bienestar.

La oferta gastronómica incluye 7 restaurantes, desde el refinado Grand Restaurant, hasta propuestas innovadoras como el Kulm Country Club, dirigido por el chef italiano Mauro Colagreco, con estrella Michelin.

Su slogan es: “Where Winter Tourism Was Born” (Donde nació el turismo de invierno). La visión del Kulm es seguir siendo referente histórico del lujo alpino, mientras que su misión se centra en ofrecer experiencias auténticas de montaña con hospitalidad impecable.

Los precios oscilan entre 900 y 10,000 euros por noche, con suites históricas que han alojado a zares, aristócratas europeos y personalidades como Alfred Hitchcock y Charlie Chaplin. El código de vestimenta es elegante alpino, requiriéndose chaqueta y vestido para cenas formales.

Entre sus premios destacan la inclusión en el Condé Nast Traveler Gold List y el reconocimiento como Mejor Hotel Histórico de Europa. Críticos y huéspedes destacan el equilibrio entre tradición y modernidad, con un servicio que conserva el prestigio de más de 160 años de historia.

La filosofía del Kulm Hotel es preservar la esencia del turismo alpino con una hospitalidad que combina herencia, autenticidad y sofisticación en un entorno natural privilegiado.

Fuente: Sebastián Palacín