(Aeronoticias): Inaugurado en 1889, el The Savoy fue el primer hotel de lujo de Londres y desde entonces se ha mantenido como un referente mundial en hospitalidad. Situado en el histórico Strand, a orillas del río Támesis, este hotel ha sido escenario de la alta sociedad británica, albergando desde estrellas de Hollywood hasta miembros de la realeza.

El slogan del Savoy es: “Where tradition meets timeless luxury”. Su visión apunta a combinar la herencia victoriana con la innovación en servicios, y su misión es ofrecer experiencias donde la tradición británica se une a la excelencia moderna. La filosofía del hotel se centra en que cada huésped se sienta parte de una historia viva de la capital inglesa.

Con 268 habitaciones y suites, The Savoy ofrece interiores que fusionan el estilo art déco con el clasicismo victoriano. Las tarifas van desde los USD 1,200 por noche en habitaciones estándar hasta más de USD 18,000 en suites presidenciales. Entre sus espacios más célebres está la Royal Suite, con vistas panorámicas al Támesis y mobiliario histórico.

La infraestructura incluye un spa de lujo, una piscina cubierta art déco, bares legendarios como el American Bar (considerado uno de los mejores bares de cócteles del mundo) y restaurantes dirigidos por chefs de renombre, entre ellos Gordon Ramsay.

El código de vestimenta es elegante casual en la mayoría de sus espacios, aunque en las cenas formales y en el Afternoon Tea del Thames Foyer se sugiere vestimenta más sofisticada. En términos de accesibilidad, dispone de ascensores, suites adaptadas y servicios personalizados.

El Savoy ha recibido innumerables premios internacionales, entre ellos el reconocimiento como “Mejor Hotel Histórico de Lujo de Europa” y constantes menciones en listas de Condé Nast Traveler y Forbes Travel Guide. Los comentarios de huéspedes destacan el servicio impecable, la historia palpable en cada rincón y la excelencia gastronómica.

Razones para visitarlo: vivir la tradición británica en su máxima expresión, disfrutar de experiencias gastronómicas de clase mundial y alojarse en un ícono de Londres que sigue marcando tendencia más de un siglo después.

Fuente: Sebastián Palacín