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EE. UU. pondera recorte drástico a sistema clave de seguridad espacial

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(Aeronoticias): Claudia C/ Aviación Digital, Sp.- Más de 450 empresas, entre ellas SpaceX Blue Origin, han lanzado un serio aviso ante la propuesta de recortar el presupuesto del sistema TracSS (Space Traffic Coordination System), destinado a prevenir colisiones orbitales, del actual nivel de 65 M USD a apenas 10 M USD. Este drástico ajuste de casi un 85 %, amenaza con dejar al país sin un mecanismo civil robusto para gestionar el tráfico espacial, justo cuando la órbita baja está más congestionada que nunca.

¿Qué es TracSS y por qué es crucial?

Un “control de tráfico aéreo” para el espacio

TracSS es una iniciativa desarrollada por la Oficina de Comercio Espacial (OSC) de la NOAA para proporcionar datos de vigilancia orbital y alertas de riesgo de colisiones entre satélites. Su funcionamiento recuerda al sistema de control aéreo que gestiona decenas de miles de vuelos diarios, pero aplicado a un entorno donde proliferan mega-constelaciones tipo Starlink y Project Kuiper.

Beta operativa y respaldo del sector

Desde 2023, TracSS ha estado en fase de beta, con pruebas piloto que incluyen datos compartidos entre la NOAA, el Departamento de Defensa y entidades comerciales. Su despliegue se consideraba inminente, reconocido tanto por la administración Trump–iniciadora del proyecto como por agencias actuales.

El recorte presupuestario propuesto

La propuesta del presupuesto federal para el año fiscal 2026, presentada por la Casa Blanca, reduce la financiación de la OSC desde 65 M USD a tan solo 10 M USD. Este recorte, del entorno al 84‑85 %, trasladaría la responsabilidad a la iniciativa privada, argumentando que ya existen empresas con capacidad para ello .

Desde el Gobierno se justifican diciendo que el retraso en la entrega de TracSS respaldaría el argumento: “la iniciativa privada ya puede encargarse”. No obstante, expertos del sector —como Tom Stroup, de la Satellite Industry Association— sostienen que no hay una entidad privada que cubra completamente el servicio público que TracSS representa.

Advertencia del sector espacial

En una carta conjunta dirigida a líderes del Congreso, los representantes de más de 450 empresas y 7 asociaciones sectoriales, incluidas SpaceX Blue Origin, han advertido del impacto grave que implicaría esta reducción: mayor riesgo de colisionesaumento de costes operativos y la posibilidad de que muchas compañías trasladen sus operaciones al extranjero.

Riesgo para la seguridad y liderazgo internacional

Según Audrey Schaffer (Slingshot Aerospace), sin TracSS, EE. UU. perdería su influencia en la definición de estándares internacionales de gestión del tráfico espacial, dejando un vacío que China o Europa podrían llenar. También han recordado que la base de control espacial militar (Space‑Track) no puede sustituir plenamente un sistema civil independiente.

Órbita cada vez más congestionada

La órbita baja terrestre ya alberga unos 12 000 satélites operativos y decenas de miles de fragmentos de escombros. Solo en los últimos seis meses, las maniobras de evasión de colisiones de Starlink se han triplicado, lo que evidencia la urgencia de sistemas que gestionen estas interacciones .

Fragmentación del sistema global

Sin TracSS, la vigilancia y control orbital podrían quedar en manos de servicios privados aislados, generando un ecosistema poco coordinado. Esto representa no solo un riesgo para la seguridad operacional sino un terreno fértil para conflictos reguladores y posibles duplicidades de datos .


¿Qué sigue ahora? La decisión política

El Comité de Apropiaciones del Senado, encargado del presupuesto para NASA y NOAA, revisará la propuesta esta semana. La propuesta de recorte se discute también en el SAFE Orbit Act, una iniciativa legislativa para otorgar base legal permanente al sistema.

Una encrucijada histórica

La decisión no es solamente financiera, sino estratégica: mantener TracSS aseguraría la continuidad de Estados Unidos en la vanguardia de la seguridad orbital, mientras que su eliminación podría catalizar un cambio decisivo en la industria espacial global, mermando su competitividad.

La propuesta de recorte alarmante del presupuesto de TracSS representa un momento de inflexión para la seguridad y sostenibilidad de la órbita terrestre, sin embargo, sacrificar un sistema esencial de tráfico en un espacio cada vez más saturado equivaldría a operar un aeropuerto sin torre de control en hora punta. El desenlace de esta discusión legislativa definirá si EE. UU. mantiene el liderazgo en la gobernanza espacial o permite que otros cojan la delantera.

Fuente: aviaciondigital.com