(Aeronoticias): La llamada dark web, también conocida como internet oscura, profunda, oculta, invisible o “las Marianas” digitales, constituye un espacio virtual diseñado para el anonimato absoluto y la irrestricibilidad de acceso. Su infraestructura tecnológica se basa en el enrutamiento por múltiples capas de cifrado (red Tor, I2P, Freenet, etc.), lo que hace imposible la trazabilidad de los usuarios y, por ende, de la autoría de los mensajes que circulan en ese entorno.
Lejos de ser un espacio neutral, la dark web es un mercado global de actividades criminales: tráfico de drogas, armas, lavado de activos, explotación sexual infantil, terrorismo, ciberdelitos como phishing, ransomware, robo de identidad y comercio ilegal de criptomonedas. Organismos internacionales como Europol, Interpol y la ONU han advertido que la dark web se ha consolidado como un ecosistema económico criminal paralelo en crecimiento constante, estimándose más de 30.000 sitios activos ocultos vinculados a cibercrimen.
Esta administración perversa de sistemas virtuales, viene operando en el país, siendo sus principales agraviados los sistemas bancarios y financieros, donde permanentemente son de noticias públicas el quiebre de seguridad, apoderándose de cuentas y saldos de sus usuarios; lo mas alarmante, dado a publicidad es la perdida por intervención presuntamente de hackers, de 1,200 expedientes virtuales, de la Junta Nacional de Justicia, por información difundida por políticos y medios.
La PNP, señaló en un comunicado que la División de Seguridad Digital de la Dirección de Inteligencia alertó «sobre una posible vulneración» de los servidores de esa dependencia y que esto «posteriormente se advirtió a través de publicaciones en la aplicación de mensajería instantánea Telegram».
Recientemente, el portal oficial del diario El Peruano fue vulnerado por el grupo de hackers Deface Perú, que reemplazó la página con un mensaje político en el que acusan a las autoridades de ignorar al pueblo y advierten que continuarán con sus ataques.
La llamada dark web, también conocida como internet oscura, profunda, oculta, invisible o “las Marianas” digitales, constituye un espacio virtual diseñado para el anonimato absoluto y la irrestricibilidad de acceso. Su infraestructura tecnológica se basa en el enrutamiento por múltiples capas de cifrado (red Tor, I2P, Freenet, etc.), lo que hace imposible la trazabilidad de los usuarios y, por ende, de la autoría de los mensajes que circulan en ese entorno.
Lejos de ser un espacio neutral, la dark web es un mercado global de actividades criminales: tráfico de drogas, armas, lavado de activos, explotación sexual infantil, terrorismo, ciberdelitos como phishing, ransomware, robo de identidad y comercio ilegal de criptomonedas. Organismos internacionales como Europol, Interpol y la ONU han advertido que la dark web se ha consolidado como un ecosistema económico criminal paralelo en crecimiento constante, estimándose más de 30.000 sitios activos ocultos vinculados a cibercrimen.
Esta administración perversa de sistemas virtuales, viene operando en el país, siendo sus principales agraviados los sistemas bancarios y financieros, donde permanentemente son de noticias públicas el quiebre de seguridad, apoderándose de cuentas y saldos de sus usuarios; lo mas alarmante, dado a publicidad es la perdida por intervención presuntamente de hackers, de 1,200 expedientes virtuales, de la Junta Nacional de Justicia, por información difundida por políticos y medios.
La PNP, señaló en un comunicado que la División de Seguridad Digital de la Dirección de Inteligencia alertó «sobre una posible vulneración» de los servidores de esa dependencia y que esto «posteriormente se advirtió a través de publicaciones en la aplicación de mensajería instantánea Telegram».
Recientemente, el portal oficial del diario El Peruano fue vulnerado por el grupo de hackers Deface Perú, que reemplazó la página con un mensaje político en el que acusan a las autoridades de ignorar al pueblo y advierten que continuarán con sus ataques.
Por: Julio Ubillus Soriano