(Aeronoticias): “Cuando la seguridad es primero, todo lo demás es lo último”
El transporte aéreo se ha consolidado como uno de los pilares fundamentales del mundo globalizado. Cada día, miles de aviones surcan los cielos transportando personas, bienes y servicios a todos los rincones del planeta.
En este complejo entramado de rutas aéreas, el control de tráfico aéreo (ATC, por sus siglas en inglés) juega un papel esencial para garantizar no solo la seguridad, sino también la eficiencia del sistema aeronáutico, sin este componente vital, el caos y los accidentes serían inevitables.
El control de tráfico aéreo es el conjunto de servicios que se encargan de dirigir y coordinar el movimiento de aeronaves en el espacio aéreo y en los aeropuertos.
Los controladores aéreos, apoyados por tecnologías avanzadas como radares, sistemas satelitales y comunicaciones por radio, guían a los pilotos durante todas las fases del vuelo: despegue, en ruta y aterrizaje. Una de las funciones primordiales del ATC es evitar colisiones, tanto en el aire como en tierra.
Con un cielo cada vez más congestionado por el aumento de vuelos comerciales y privados, la tarea de mantener una separación segura y un control ordenado entre aeronaves se vuelve crítica.
Los controladores deben manejar múltiples vuelos al mismo tiempo, evaluando altitudes, velocidades y rutas para prevenir cualquier conflicto. Además de la seguridad, el control de tráfico aéreo contribuye significativamente a la eficiencia del transporte aéreo. Mediante la optimización de rutas y la gestión del flujo de aeronaves, se reducen los tiempos de espera, los desvíos innecesarios y el consumo de combustible. Esto no solo beneficia a las aerolíneas y pasajeros, sino que también ayuda a disminuir la huella ambiental del sector aéreo.
Cabe destacar también el papel fundamental del ATC durante situaciones de emergencia porque cuando una aeronave enfrenta problemas técnicos o condiciones meteorológicas adversas, el apoyo y la toma de decisiones del controlador aéreo pueden ser decisivos para garantizar un aterrizaje seguro.
El control de tráfico aéreo es, sin lugar a dudas, una pieza clave del engranaje que sostiene la aviación moderna y su impacto se refleja en la prevención de accidentes, la eficiencia operativa y la respuesta ante situaciones críticas. Invertir en su desarrollo tecnológico y en la capacitación de sus profesionales es una necesidad constante y urgente.
En un mundo donde el tráfico aéreo continúa creciendo, asegurar un sistema de control aéreo robusto y confiable es garantizar que los cielos sigan siendo un espacio seguro para todos.
En México es el SENEAM (Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano) quien se encarga de realizar este delicado trabajo pero ya es público, y dicho por los propios controladores, que enfrentan graves problemas.
De entrada, una falta de presupuesto que está afectando no solo los sueldos, que han sido rebajados hasta en un 30% a los profesionales del control de tráfico aéreo, además, están siendo obligados a extender jornadas de trabajo más allá de lo reglamentado violando periodos de trabajo y reduciendo descansos. Cada día hay que lidiar con la falta de controladores preparados y con experiencia porque no se permiten más contrataciones a pesar de la planta tan reducida.
No cuentan con áreas de descanso ni facilidades adecuadas, deben lidiar con fallas en los obsoletos sistemas de comunicaciones y equipo de vigilancia y para colmo, existen pugnas por el poder al interior, amiguismo, compadrazgo y más.A pesar de estas condiciones los controladores Mexicanos no pueden dejar de trabajar so pena de ser acusados por atacar a las vías generales de comunicación.
Hay desorden en donde solo debería haber orden y un ambiente de trabajo profesional y comprometido.
El tráfico aéreo va en aumento cada día y por consiguiente aumentan los pasajeros transportados por aire que también son una gran responsabilidad para quienes se encargan del control ordenado y del movimiento de las aeronaves.
El horno no está para bollos y los responsables al más alto nivel deberían poner orden y atender estos problemas porque las fallas en el control de tráfico aéreo pueden traer consecuencias fatales y ya lo hemos visto. No se puede jugar con fuego.
Fuente: A21.com.mx