(Aeronoticias).- En los últimos años, Rusia ha mostrado una alta dependencia de las aeronaves de fabricación europea y norteamericana en el transporte de pasajeros, pese a su histórico desarrollo aeroespacial. Tal es así que 9 de cada 10 aviones de las principales compañías rusas provienen de Airbus y Boeing según indicó The Moscow Times.
Esta situación se puso en evidencia ante el cese de operaciones de Dobrolet, filial de Aeroflot, luego de que las compañías anularan los contratos con Dobrolet para que esta usara sus aeronaves como parte del castigo económico impuesto por EEUU y la Unión Europea.
Al respecto, el gobierno ruso anunció garantizar préstamos de hasta 400 millones de dólares para financiar el modelo MC21, un 10% del valor del actual proyecto aeronáutico. Según dicho medio, se busca que esa aeronave reemplacen los Tu-154 y Tu-204. A pesar de que se espera producir estos modelos en 2017, aún no se han realizado pruebas en vuelo del MC21 y se espera que hasta 2015 un prototipo alce vuelo.
Con información de The Moscow Times.