Aerolíneas buscan jets más eficientes para competir en el mercado

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(Aeronoticias).- En la actualidad, los aviones son construidos de los mismos materiales ligeros que los coches de carreras de la Fórmula 1; el rediseño de los motores permite mayor rendimiento por litro (galón) de combustible y los gobiernos desarrollan sistemas de tránsito aeronáutico que buscan acortar los trayectos.

Con estos y otros avances, las aerolíneas han logrado enfilarse hacia la mayor eficiencia en la historia en lo que a ahorro de combustible se refiere desde el inicio de la era de los jets de pasajeros en 1958. A medida que este tipo de aviones incrementen su eficiencia, las aerolíneas economizarán en el rubro en el que más gastan, en tanto que los pasajeros se beneficiarán con tarifas que no tengan aumentos abruptos en caso de un alza del combustible. «Somos testigos de 25 años de mejoras comprimidos en 10 años», expresó Hans Weber, presidente de la compañía consultora de aviación TECOP International.

La urgencia de las aerolíneas para reducir su consumo de combustible obedece a dos factores que ya han marcado una tendencia: el alza constante del petróleo y normas ambientales cada vez más estrictas. Ante las exigencias de los ejecutivos de las aerolíneas de que se logren más progresos, los fabricantes han ampliado las fronteras de la tecnología con la construcción de aviones más ligeros y con mejoras esenciales a los motores basadas en la aplicación de diseños avanzados de la industria automovilística, como transmisiones automáticas. Los constructores de aviones han logrado reducir a la mitad el consumo de combustible dos veces más de lo que han logrado los fabricantes de automóviles y trenes.

En 1980, se necesitaban 46 galones de combustible para transportar un pasajero 1.000 millas. Hoy, se necesitan 22 galones, de acuerdo con análisis que hizo The Associated Press de estadísticas del Departamento de Comercio. Los expertos auguran que las próximas mejoras podrían reducir en una década el consumo de combustible a menos de 18 galones. Sin embargo, este avance parecerá lento a las aerolíneas que atraviesan con dificultades debido al encarecimiento del petróleo.

Las aerolíneas estadounidenses perdieron en conjunto 1.000 millones de dólares en los primeros tres meses de 2011, en gran parte debido a un alza de 24% en los costos del combustible. Hace una década, el combustible representaba 15% del gasto operativo de las aerolíneas, hoy es de 35%.

A partir de 2012, las aerolíneas estadounidenses que cubren rutas europeas afrontan costos adicionales por cientos de millones de dólares al año a causa de su consumo de combustible debido a que la Unión Europea comenzará a limitar la cantidad de dióxido de carbono que pueden emitir antes de ser sancionadas. Según pronósticos, estas restricciones costarán a las aerolíneas en todo el mundo 3.300 millones de dólares al año.

Las aerolíneas estadounidenses han emprendido acciones para impugnar la restricción en los tribunales europeos. Debido a que están en juego pedidos por miles de millones de dólares en aviones y motores, los fabricantes han convertido en realidad diseños que eran un sueño todavía hace unos años.

Boeing y Airbus están construyendo jets para recorridos largos -el 787b Dreamliner y el A350, respectivamente- la mitad de cuyas estructuras son fabricada con compuestos de fibra de carbono. La fibra de carbono es 20% más ligera que la aleación tradicional de aluminio.

Sin embargo, el avance más importante corresponde al sistema de propulsión de los aviones. Pratt & Whitney y CFM, una empresa conjunta entre General Electric y Safran, han presentado motores que según ambas empresas reducirán 15% el consumo de combustible.

Estos motores fueron diseñados para aviones de un solo pasillo, que son más del 75% de los 22.000 jets que existen a nivel mundial. Los motores en cuestión redituarán a cada aeronave que los utilice un ahorro de más de un millón de dólares por año. «Por primera vez somos testigos de una competencia por la propulsión», dijo Richard Aboulafia, analista del Teal Group.

El motor PurePower de Pratt & Whitney se estrenará en 2013 en el los nuevos aviones serie C de Bombardier. El principal avance tecnológico de estos aviones es la adopción de engranes -similares a los de la transmisión de un coche- para que diferentes partes del motor funcionen a velocidades distintas. Con esta mejora, el motor aumenta su eficiencia en el consumo de combustible y tiene la misma fuerza de propulsión que un motor tradicional, pero será de menor tamaño y más ligero.

El motor LEAP-X, de CFM, tiene avances en su sistema de circulación de aire y revestimientos resistentes a las altas temperaturas. Con estas mejoras, el aire muy caliente pasa por el núcleo del motor pero a una temperatura que no alcanza a fundir el metal circundante. Al final, el motor es más eficiente debido a su funcionamiento a esas altas temperaturas.

Airbus ha emprendido modificaciones en el diseño de sus jets A320 para adaptarles ambos motores y asegura que sus aparatos A320neo, que comenzarán a volar en 2016, reducirán 20% el consumo de combustible. Airbus ha concertado más de 1.000 pedidos y compromisos de compra de aeronaves. Boeing tiene planes para ofrecer jets de un solo pasillo con los nuevos motores, aunque no ha decidido si actualizará con éstos su modelo de mayor venta, el 737, o si diseñará otro avión para instalárselos.

Otras alternativas que significarán un ahorro de combustible para las aerolíneas son: Un sistema de control de tráfico aéreo satelital, que dista años para que se concrete en Estados Unidos, que podría reducir el consumo de combustible en 12%.

Las aerolíneas y el gobierno están discutiendo sobre quién pagará el sistema. Mejoras aerodinámicas a los jets; aligeramiento del peso dentro del avión, incluidos los carritos de abastecimiento; y agilizar la sustitución de los jets antiguos. Las aerolíneas también han reducido costeo en otras áreas: Hace 10 años, los salarios y prestaciones representaban 39% de los gastos del sector. Ahora, representan 28%.

Diversas aerolíneas importantes solicitaron la protección frente a la bancarrota y lograron renegociar sus contratos colectivos. Sin embargo, las aerolíneas tiene como imperativo de largo plazo reducir considerablemente su consumo de combustible, en momentos en que el barril de petróleo ronda los 100 dólares con tendencia al alza para los próximos años, según los pronósticos.

«Si no lo logran quedarán fuera del negocio», manifestó Darryl Jenkins, del Grupo Aviation Consulting. Fuente: www.elnuevoherald.com

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