(Aeronoticias).- Sedantes o bebidas alcohólicas son lo recursos caseros que los que padecen de aerofobia, es decir, que les aterra la idea de volar, echan mano para subirse a un avión sin problemas. El Aeropuerto Internacional de Los Ángeles (LAX) decidió darles otra alternativa: el contacto con perros.
Sin importar el tamaño o razas de los animales (se pueden ver en la serie de fotos), varios ejemplares recorren con sus guías las salas de embarque. La idea es que los pasajeros más nerviosos frente al próximo vuelo los acaricien y bromeen con ellos. La calma que ello genera en los aerofóbicos resulta más que sorprendente, luego de interactuar con los canes, el estrés se convierte (en varios casos) en un recuerdo del pasado.
Para Gina Marie Lindsey, directora ejecutiva del aeropuerto, uno de los más grandes de Estados Unidos, con esta estrategia se busca que el hecho de viajar “sea más placentero de lo que es”.
Diario El Comercio – elcomercio.pe
