(Aeronoticias).- Treinta años después que Fabrice Bregier vendiera aluminio en Japón, en los albores de su carrera de negocios, Bregier volvía a comerciar -con materiales plásticos esta vez- en el mercado japonés. Pero ya como producto acabado, como una aeronave. Y ahora como director ejecutivo de Airbus.
Y esta vez regresó tras años de presiones y negociaciones con 9 mil 5 millones de dólares en los brazos luego de que le funcionara el plan de «asaltar» el patio de juegos de Boeing -desde la Segunda Guerra Mundial-. Japan Airlines dijo sí a 31 aeronaves Airbus A350, con opción a ampliar el pedido con 25 aviones más.
Este año, la orden de suspensión de vuelos del Dreamliner en todo el mundo tuvo sabor a pesadilla al fabricante norteamericano y a las aerolíneas que decidieron acoplarse a ella, pero la historia fue distinta para los lobbistas de Airbus.
Mientras, Boeing sigue vendiéndole aviones de aluminio a All Nippon Airways, quien juró nunca más ser la primera aerolínea en usar aviones jamás probados en firmas comerciales.
Con información de Herald.