(Aeronoticias).- Un ranking publicado por la revista América Economía coloca a Arequipa en el puesto 30 de un total de 50 ciudades latinoamericanas aptas para hacer negocios.
Además de Arequipa, la investigación rankea a Lima en el puesto 9 y por primera vez a Trujillo en el 43.
La puntuación se otorga revisando los indicadores de población, PBI, tasas de desempleo, presencia de cadenas hoteleras, bancos de inversión, marco social y político y hasta el costo y alquiler del metro cuadrado de una oficina de lujo (ver infografía).
En términos generales, la Ciudad Blanca no está tan mal, señala el economista Patricio Quintanilla, pero asegura podría estar mejor.
La burocracia política, falta de institucionalidad y el centralismo serían, según los empresarios y analistas, las principales barreras de inversión en Arequipa.
En los últimos cuatro años la ciudad mistiana se ha mantenido en este ranking, donde comparte espacio con Sao Paulo, Miami, Santiago de Chile, Bogotá, Buenos Aires, entre otras. Sin embargo, parece estar estancada entre el puesto 29 y 31.
Para el expresidente de la Asociación de Empresas del Parque Industrial (ADEPIA), Mauricio Chirinos y Chirinos, la situación es clara. El problema radica en la falta de obras que mejoren el transporte, servicio clave para mejorar las inversiones. Se carece de buenas vías de ingreso, un buen aeropuerto internacional, mejor infraestructura y autoridades competentes para identificar los problemas de la ciudad.
El empresario hotelero Rafael Cornejo agrega un ingrediente más: la falta de confianza de los inversionistas. Explica que un inversionista para decidir poner o no un negocio en determinado lugar, primero investiga posibilidades de desarrollo, conflictos sociales y el desenvolvimiento de las autoridades.
“Supongamos que quieren poner su fábrica en La Joya, no podrían. Ellos saben que esa zona está asediada por las invasiones. Tenemos autoridades que no respetan la inversión privada y mientras siga así Arequipa no se va a desarrollar como debería.”
Otro aspecto es el fortalecimiento de la institucionalidad, opina el economista Dino Jiménez Montes de Oca. Se atrae inversión si los trámites administrativos resultan menos engorrosos. Para el especialista, la tarea del Estado debería alinearse en promover y ser un ente articulador que permita el desarrollo y no todo lo contrario. La gestión política del gobierno es baja y eso refuerza las debilidades.
“Deberíamos tener una agenda en común que permita que no solo Arequipa como ciudad, sino como región, se integre y permita una mejor institucionalidad. Tenemos los instrumentos y herramientas, pero no los utilizamos.”
Fuente: La República.