Argentina «defiende sus derechos, obviamente por medios pacíficos, como la acción bilateral y multilateral en los organismos» internacionales, sentenció, sin embargo el punto controvertido es que posesión vale título y lamentablemente el Reino Unido tiene en su poder las Islas Malvinas, por lo que el acto administrativo sería ineficaz jurídicamente hablando.
La presidenta Cristina Kirchner firmó un decreto que exige un permiso previo a los barcos que se dirijan a las Malvinas y que hará más difícil la exploración petrolera en las islas porque «cuanto más lejos tengan que ir a buscar sus aprovisionamientos, se les hace más difícil y más costoso», agregó el vicecanciller.
La medida del gobierno argentino responde a la autorización que dio el Reino Unido para continuar la exploración de hidrocarburos en la cuenca de las Malvinas, ocupadas por los británicos desde 1833, dentro de un contexto en donde el colonialismo británico dura ya 137 años, sin que la Comunidad Internacional o la ONU hagan algo.
Los problemas se podrían iniciar en los próximos días con la llegada de la plataforma petrolera británica Ocean Guardian.
La medida argentina generó el rechazo de los congresistas británicos del grupo mixto parlamentario sobre las Malvinas, cuyo secretario, Andrew Rosindell, exigió al ministerio de Relaciones Exteriores británico que convoque al embajador argentino en Londres y le exprese su rechazo a la medida.
El presidente del grupo inglés, Nicholas Winterton, tipificó el decreto de «patético e inútil» porque, según él, Buenos Aires no tiene jurisdicción alguna sobre las islas del Atlántico sur, donde en 1982 se libró una guerra de 74 días que concluyó con la rendición de las tropas de la entonces dictadura argentina.
Para el experto en energía argentino Federico Bernal, «lo fundamental del decreto» argentino del martes «es que se está dando una clara señal de que Argentina no va a permitir que los británicos hagan del petróleo en Malvinas un recurso propio», dijo a la AFP.
Bernal, director del Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas, dijo que aún faltan muchos datos por relevar, pero si se comprobaran los volúmenes que se presumen «podrían extraerse 153 millones de barriles de petróleo al año (en Malvinas), lo que equivale a ocho meses de extracción en Argentina».
Añadió que las reservas probables en la cuenca de las islas del Atlántico sur serían de «unos 13.000 millones de barriles». Las reservas probadas de Argentina son de unos 2.500 millones de barriles.
A modo de comparación, Venezuela, primer productor sudamericano y quinto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), produce 2,16 millones de barriles al día y casi 800 millones al año. Sus reservas probadas superan los 170.000 millones de barriles.
El politólogo Jorge Castro sostuvo a su vez que en los años 90 se intentó sin éxito explorar el mar adyacente a Malvinas y destacó que entonces el precio del barril estaba en 15 dólares, mientras que ahora la perspectiva es que supere los 100 dólares a finales de 2010.
El precio del barril se cotizó el martes en alza en Nueva York, a 77,01 dólares.
Según Bernal, que citó a empresas, cerca de los 40 dólares por barril sería el precio mínimo para que la extracción comience a ser rentable.
Aeronoticias considera que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner debe tener en cuenta que si bien la República Argentina nunca ha renunciado, ni renunciará a su derecho soberano sobre las islas Malvinas, lo cierto es que la expedición de cualquier decreto tiene eficacia jurídica en la medida que un país ejerza soberanía y jurisdicción sobre dicho ámbito, por lo que creemos que el decreto en mención es inejecutable en la medida en que en dicho ámbito ejerza dominio Inglaterra, y en todo caso la República Argentina sólo tiene jurisdicción y soberanía sobre su dominio marítimo y si es legítimo el decreto en este ámbito, pero más alla no tendría efectos. Apoyamos al gobierno argentino en el decreto, sin embargo con pragmatismo vemos poco futuro en esta patriotica iniciativa.