(Aeronoticias).– La UCR denunció que es porque los aviones no están en condiciones. El Congreso no dio el permiso a tiempo.
En las pistas. Los aviones de ocho países comenzaron el lunes a realizar maniobras en el norte de Brasil. Lo harán hasta el 15 de noviembre.
Los radares de la Fuerza Aérea hicieron el lunes el seguimiento de los caza F-16 de la Fuerza Aérea de Chile que atravesaron el territorio argentino con destino a Natal, en el norte de Brasil, para sumarse al ejercicio combinado Crucex 2013. Pese a haber comprometido su presencia –y a que la planificación con las fuerzas aéreas de otros países llevaba más de un año–, los aviones argentinos se quedaron en tierra: el Congreso no aprobó a tiempo la autorización para su salida, aunque la UCR denunció que la cuestión de fondo es la falta de aeronaves en condiciones.
El Crucex, iniciado en 2002 y ya en su séptima edición, es el mayor ejercicio de guerra aérea de América. Este año intervienen 90 aeronaves y 2 mil efectivos de Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, EE.UU., Uruguay y Venezuela.
Clarín consultó a la oficina de prensa del ministro de Defensa, Agustín Rossi, pero no obtuvo respuesta: no hubo explicación oficial sobre la cancelación. El diputado radical Julio Martínez, en cambio, afirmó a este diario que Defensa “envió tarde” al Senado (dijo que el 10 de octubre) el pedido de autorización, “y en plena campaña electoral. El mismo kirchnerismo lo planchó, no hubo voluntad de tratarlo”.
Y fue más allá al insistir en que la falta de aprobación legislativa buscó “enmascarar” las falencias que existen con los medios aéreos. “Tratan de dibujar un papelón internacional. Tenemos información de la fuerza de que no tenían aviones para ir, que faltan recursos. Los pocos A-4AR que funcionan están sosteniendo precariamente el Escudo Norte”, dijo por el operativo de vigilancia y control del narcotráfico, donde la Fuerza Aérea presta apoyo a las fuerzas de seguridad.
La Argentina se había anotado con seis cazas A-4AR y un Hércules. En tiempos de paz, los ejercicios son la razón de ser de la profesión militar, y aunque puedan durar unos pocos días en el terreno, son la culminación de extensos preparativos. Pero los A-4AR basados en Villa Reynolds, San Luis, tuvieron que quedarse en tierra. No es el primer papelón internacional de este tipo: en 2008 y 2010, también se canceló la asistencia al Crucex porque el Congreso no autorizó a tiempo.
Fuente: Clarín
Fuente: Clarín