El fenómeno se produjo el pasado jueves 8 de octubre sobre la isla de Bone causando miedo generalizado entre sus pobladores, particularmente sobre los niños escolares que salieron en estampida a las 11 de la mañana de sus centros de estudio sin atinar a qué se debía la tremenda explosión en la atmósfera de su isla.
Posteriormente científicos de la NASA, tras los estudios pertinentes, establecieron que la aparición y consiguiente explosión del asteroide se registró a una altura de 15 a 20 kilómetros mientras caía a una velocidad de unos 65 mil kilómetros por hora.
Mientras tanto los aterrados testigos del fenómeno no olvidarán, mientras vivan, la misteriosa imagen del bólido de fuego que esparció una nube de polvo sobre sus cabezas luego de una fuerte explosión.