Astrónomos detectan enormes reservas de agua en el espacio

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(Aeronoticias).- El Observatorio Herschel de la Agencia Espacial Europea (ESA) ayudó a científicos a identificar una enorme fuente de agua alrededor de una estrella, un hallazgo que podría dar luz sobre cómo se formaron nuestros océanos.

Generalmente los investigadores concuerdan en decir que los océanos de la Tierra contienen más de mil 300 millones de kilómetros cúbicos de agua. Multiplique eso por varios cientos más y obtendrá la cantidad de agua que un equipo de astrónomos ha encontrado en el espacio, a 175 años luz de distancia. Esta enorme reserva se encuentra en la joven estrella TW Hydrae y los astrónomos piensan que no es la única estrella del Universo con tan enormes suministros.

El equipo, liderado por investigadores de la Leiden University de Holanda, espera poder observar al menos tres discos líquidos más en los próximos dos años. En un informe publicado el viernes (22.10.2011) en la revista «Science», los astrónomos describen lo que encontraron en el espacio gracias al telescopio Herschel. Con la ayuda de tecnología infrarroja supersensible, fueron capaces de detectar una nube con vapor de agua fría alrededor de TW Hydrae.

Y todavía más interesante es lo que no pudieron ver: el disco de vapor de agua indica que existe también una enorme reserva de líquido, «suficiente para formar cientos de océanos como los de la Tierra», dice el reporte. Carsten Dominik, profesor de astronomía de la Universidad de Amsterdam que co-escribió el informe, ofrece a Deutsche Welle una comparación terrestre. «Si ves un iceberg, sólo ves una pequeña parte de él en realidad». El mismo concepto se aplica en el espacio. El agua almacenada en este disco rotatorio y protoplanetario se ubica mayoritariamente en las profundidades de su superficie.

El telescopio Herschel que permitió realizar la investigación (ESA).El telescopio Herschel que permitió realizar la investigación. Los investigadores dicen que ese líquido produce cometas de hielo capaces de  irrumpir en nuevos mundos y entregarles la cantidad suficiente de agua para formar océanos.

Cuando las partículas chocan

Algunas preguntas elementales se vinieron a la cabeza del equipo de investigación. Ewine van Dishoeck, profesora en la Leiden University y en el Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Garching, Alemania, enumera dos de ellas. ¿De dónde viene el agua que llena nuestros océanos y nuestros cuerpos? ¿Y cómo llegó ésta a un planeta como la Tierra?

«Sabemos que algunos planetas se están formando en este remolino de discos de polvo y gas alrededor de las estrellas, y una de las preguntas que siempre hemos tenido es qué tan grande es el reservorio de agua disponible en esos discos», dijo la investigadora a Deutsche Welle.

Las partículas de polvo presentes en la nube son como granos de arena en la playa, aunque 10 mil veces más pequeños. Y eventualmente pueden chocar y crecer más y más, hasta alcanzar unos pocos kilómetros de diámetro o incluso el tamaño de un planeta. Pero el disco no solo contiene polvo, sino también moléculas de agua. Y mientras mayor sea la distancia desde la estrella, más fría es el agua en el disco.

Cometas pudieron traer el agua a la Tierra (AP Photo/NOAO).Cometas pudieron traer el agua a la Tierra. Van Dishoeck dijo que los científicos ya habían advertido la presencia de agua caliente cerca del centro de la estrella, pero que gracias al HIFI, o Instrumento Heterodino para Infrarrojos Distantes disponible en el observatorio de ESA, pudieron detectar quze también había agua fría en los límites del disco. Van Dishoeck describe esa agua fría como «la zona de alimentación donde se forman las atmósferas de nuevos planetas», desde cuerpos similares a la Tierra hasta los llamados «Mundos acuáticos», o planetas gigantes como Júpiter.

Gracias, tecnología

El equipo dio amplio crédito a la capacidad del instrumento HIFI que fue capaz de detectar el vapor de agua de la reserva gracias a fotones ultravioletas, los que liberan el vapor al entrar en contacto con el hielo. «Cuando esto ocurre, entonces emiten una radiación que podemos detectar», explica Dominik. «Podemos ver que existe una cierta cantidad de esas moléculas volando alrededor de la radiación», agrega. Las partículas de hielo actúan como el polvo en la nube: se arremolinan y «cada tanto, chocan y se juntan», aclara. Mientras más choques ocurran, más cometas de hielo se formarán.

De acuerdo a una teoría sobre cómo se formaron los océanos en la Tierra, estos cometas sirven como vehículos para trasladar agua, mayormente en forma de hielo, hacia nuevos mundos. Algunos astrónomos, en cambio, piensan en otra alternativa: que los asteroides sirvieron como mensajeros acuáticos para la Tierra. «Es muy probable que el agua llegara a la Tierra en forma congelada, pero la pregunta es desde dónde exactamente», pregunta Dominik, quien agrega que las investigaciones más reciente muestran que ambas posibilidades, asteroides y cometas de hielo, son válidas.

Autor: Amanda Price / DZ
Editor: Enrique López
Fuente: Deutsche Welle

El telescopio Herschel que permitió realizar la investigación.

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