British Airways, la principal aerolínea del grupo IAG, saldrá de la crisis del coronavirus mucho más pequeña que cuando entró. La compañía aérea ha puesto en marcha un proceso de reestructuración para adaptarse a la crisis de la demanda que seguirá a la emergencia sanitaria y que implica una fuerte reducción de su oferta y revisión de la red de rutas.
Así, tras anunciar el despido del 26% de la plantilla, entre ellos pilotos, la aerolínea que preside Álex Cruz ya estudia abandonar el aeropuerto de Gatwick tras la finalización de la pandemia. En una carta enviada a su personal del aeropuerto londinense, la firma reconoce que no tiene la certeza de que vaya a volver a operar en las instalaciones una vez se levanten las limitaciones al sector aéreo. Algo que no parece que vaya a pasar hasta fin de año ya que el cierre de las fronteras se mantendrá hasta octubre.
“Como saben, suspendimos nuestras operaciones en Gatwick a principios de abril y no hay certeza de cuándo podrán regresar los servicios o de si lo harán. Necesitamos asegurarnos de que nuestra operación restante sea eficiente, flexible y rentable para permitirnos sobrevivir en una industria cada vez más esbelta e impredecible”, recoge la carta enviada por los directivos a la que ha tenido acceso la BBC. IAG no ha querido hacer comentarios sobre el futuro de su compañía estrella.
Aunque la operativa de British Airways en Gatwick es cinco veces menor a la que tenía en Heathrow ante de la pandemia, lo cierto es que la compañía aérea es la segunda más importante del aeropuerto londinense por detrás de easyJet. En enero, compañía de bandera británica operó 1.154 vuelos en el aeropuerto de Gatwick, por debajo de los 2.623 de easyJet pero muy por encima de los 713 de Norwegian y los 386 de Vueling.
IAG afronta la vuelta a los cielos con la idea de que “se tardará años” en recuperar los niveles precoronavirus, por lo que en marzo ya empezó a revisar su flota para reducir el número de aviones de todas sus compañías, entre ellas Iberia, que ha acelerado la jubilación de algunas aeronaves totalmente amortizadas.
En una conferencia con analistas, Willie Walsh reconoció que los 30 aviones B747 de British Airways y los 16 A340 que opera Iberia ya están totalmente amortizados por lo que “es de esperar” que busquen “acelerar la retirada de esas aeronaves”. También van a retirar aviones de corto radio y han retrasados pedidos.
Con menos aviones en la flota, el siguiente paso era abrir un plan de reestructuración, que en el caso de British Airways afecta a 12.000 trabajadores, y de reordenación de la rutas, concentrando los esfuerzos en los aeropuertos principales. En España, Iberia y Vueling están negociando ERTEs por causas productivas ya que no se espera recuperar más de un 50% de la operativa hasta final de año.
Mientras la aerolínea de Alex Cruz acelera su reestructuración, Iberia dibuja distintos escenarios para cerrar la comprar de Air Europa cuando Bruselas la apruebe. La compañía de bandera española tiene claro que no puede pagar los 1.000 millones comprometidos porque ni los tiene ni la firma los sigue valiendo así se que estudia plantear una rebaja de precio y fijar una estructura de plazos para pagar la operación en varios años.
Fuente: El Economista.