Castellón: Un aeropuerto sin aviones y sin rumbo definido

0
232

 

(Aeronoticias).-Resulta irónico recordar una frase de sobra conocida, que la pronunció el entonces presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, durante la inauguración de la infraestructura que protagonizó junto al expresidente de la Generalitat Francisco Camps. » Hay quienes dicen que estamos locos por inaugurar un aeropuerto sin aviones”. Justo cuando se cumplen dos años de aquel acto que fue el principio de una absurda historia que hizo de la instalación un verdadero paradigma del despilfarro.

El aeródromo de Vilanova d’Alcolea sigue sin aviones y con rumbo incierto. Los procesos judiciales se han encargado de borrar de la foto a los dos dirigentes que escenificaron la presentación en sociedad del aeropuerto. El vicepresidente del Consell, José Ciscar, ha tomado el relevo y asumido el mando de Aerocas justo en el momento de mayor incertidumbre tras el fiasco de la venta a un supuesto grupo hispano libio que ha dejado al aeropuerto en punto muerto.

Cuando Fabra y Camps inauguraron la instalación el 25 de marzo de 2011 aún no habían acabado las obras, pero influyó más el objetivo de lograr réditos electorales. “Cuando lo inauguramos tenía mucho de mediático de cara a las elecciones autonómicas”, llegó a admitir Carlos Fabra. Hoy nadie se atrevería a citarlo entre los grandes hitos de la gestión popular.

Aquel 25 de marzo, Camps y el cacique provincial del PP competían por ensalzar la importancia de la obra. “Castellón está en lo más alto de la historia de España en este momento”, proclamó muy orgulloso el expresidente valenciano. Y Fabra: “Comienza la transformación socioeconómica de Castellón”. No importó que no se hubiera iniciado ni uno solo de los proyectos urbanísticos que debían servir para atraer a los futuros pasajeros.

Dos años después, el aeródromo  que ha puesto a la provincia en el mapa mundial, pero no en el puesto deseado. En este tiempo, diarios como The GuardianThe TelegraphThe New York Times y otros medios de la prensa francesa, vietnamita, filipina, etc. han definido la infraestructura como un ejemplo de lo que es un elefante blanco.

Tan solo dos días antes Aerocas había firmado las nuevas condiciones de gestión que daban a Concesiones Aeroportuarias (la filial de Globalvía participada por Lubasa, PGP y Albertis) la garantía de que el Consell asumiría las pérdidas durante los primeros años de operaciones. Únicamente había que esperar a obtener los permisos para abrir el aeropuerto. El plazo, fijado en seis meses, se prolonga hasta hoy. La última previsión facilitada por Carlos Fabra es que en verano estén listas todas las autorizaciones.

Dos años después todo ha saltado por los aires. Hasta la cúpula de Aerocas. La obligada dimisión del expresidente de la diputación tras decretarse juicio oral por los presuntos delitos de tráfico de influencias, fraude fiscal y cohecho, ha dejado fuera de juego a quien fuera su máximo impulsor. El futuro, sea cual sea, se decidirá al margen de Carlos Fabra. El nuevo presidente, José Ciscar, asume el mando en un momento en el que se desconoce hasta la fórmula con la que se abrirá el aeropuerto.  El proceso de venta en el que se había embarcado Carlos Fabra durante el último año ha acabado en descalabro. El Consell no esconde que su deseo es que alguien compre el aeropuerto, pero los meses van pasando y todo indica que el nuevo rumbo pasa por un plan alternativo, que no es otro que el gobierno valenciano asuma la gestión mediante concesiones. Pero,  todavía falta lo más importante: conseguir que lleguen los aviones.

castellón

 

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here