El presidente venezolano, Hugo Chávez, decretó el lunes la emergencia eléctrica en el país por dos meses, debido al agravamiento de la crisis que atraviesa por la fuerte sequía y un sistema colapsado, y anunció severos «castigos» para los «derrochadores» de luz. «Se declara el estado de emergencia sobre la prestación del servicio eléctrico nacional y sus instalaciones y bienes asociados por un lapso de 60 días prorrogables», reza el decreto 7.228, leído en la noche del lunes por Chávez, después de firmarlo, en una transmisión por la televisión venezolana.
El decreto «autoriza al ministerio de Energía Eléctrica a dictar por vía de excepción las medidas especialísimas que estime pertinentes a fin de garantizar a la población suministro de la energía eléctrica». Así, el Ejecutivo tendrá la potestad de autorizar la compra de energía eléctrica a proveedores nacionales o extranjeros para satisfacer la demanda del país y a contratar «por adjudicación directa» a contratistas, sin necesidad de una licitación pública, como obliga la ley fuera del estado de emergencia. Chávez ha insistido en que la principal causa de la crisis es la severa sequía que afecta el país, que ha llevado a niveles de alarma el embalse que surte el 70% de la energía del país, pero también ha señalado que la situación se agrava debido al «derroche» de los consumidores.
Por ello, advirtió el lunes de que su gobierno «castigará» a los usuarios residenciales y comerciales del país que no reduzcan su consumo eléctrico, con sanciones que van desde altos recargos en la factura, hasta el corte indefinido del servicio. «Todos aquellos altos consumidores (residenciales) que no reduzcan a partir de hoy (lunes) su consumo en un mínimo de 10%, se le aplicara un recargo en la factura mensual de 75% sobre lo que hoy pagan», informó Chávez en la televisión venezolana.
«A aquellos que incrementen su consumo en un 10% o más, se le aplicará un recargo de 100% (y) si usted incrementa más allá del 20%, se le va a incrementar el 200% la factura residencial», precisó el mandatario. La medida, según Chávez, tiene una «cara positiva» que busca motivar a los usuarios del servicio. Por ello, «si usted va hacia abajo y disminuye entre un 10% y un 20%, a usted se le va a descontar 25% (del total de su factura mensual), y si la reducción llega al 20% o más se le descuenta 50% de la factura que cancela», explicó.
La medida de ahorro impacta igualmente en los establecimientos comerciales que no reduzcan en un lapso de dos meses el «alto consumo» (superior a 25 kilovoltios-amperio) en un 20%. «Al primer incumplimiento se notificará mediante un cartel en la entrada del establecimiento (…) La reincidencia se castigará con suspensión de 24 y 48 horas, y luego, si vuelve a reincidir, (el corte) será por tiempo indefinido», alertó el mandatario. A principios de año, se estableció una polémica reducción de los horarios de centros comerciales, que debió ser rectificada horas después de su anuncio.
Asimismo, el gobierno ordenó cortes programados en todo el país, con excepción de Caracas, donde su aplicación trajo «efectos no deseados» y tuvo que ser suspendido, así como el recorte de la jornada laboral en las oficinas públicas y el tiempo de encendido de las vallas publicitarias. El gobierno venezolano prevé para 2015 duplicar la generación diaria de electricidad y llegar hasta los 30.000 MW, lo cual requerirá inversiones superiores a los 15.000 millones de dólares.
Según cifras oficiales, la demanda de energía eléctrica en Venezuela -que crece anualmente entre un 6 y un 8%- supera en unos 1.000 MW la generación diaria, que ronda los 16.200 MW.