(Aeronoticias) Colombia ha registrado un aumento progresivo de los viajeros por vía aérea en los últimos cinco años, especialmente a partir del 2014.
Los registros de la Aeronáutica Civil indican que entre el 2014 y el 2015 los pasajeros crecieron un 9,7 por ciento, al pasar de 58’053.567 a 63’698.681, respectivamente. En el primer semestre del presente año aumentaron el 6,8 por ciento.
Este incremento, que es positivo para la economía y refleja que Colombia es cada vez más atractiva para turismo, comercio e inversión, sin embargo ha disparado las alertas en el sector aeronáutico.
La razón es que algunos aeródromos del país presentan un aumento del tráfico superior a lo esperado, que está obligando a replantear rápidamente planes maestros aeroportuarios. Estos trazan la hoja de ruta para los desarrollos y obras de infraestructura requeridas para atender con eficiencia las nuevas demandas de servicios, en un horizonte mínimo de 20 años.
Es lo que ha sucedido con aeropuertos como El Dorado, que el año pasado superó en 10 por ciento lo proyectado; Rafael Núñez de Cartagena, que en el primer semestre del 2016 tuvo un crecimiento del tráfico del 16,7 por ciento; José María Córdova de Rionegro, del 15,7 por ciento; Alfonso Bonilla Aragón de Cali, del 12,8 por ciento y San Andrés, del 16, 8 por ciento.
Según directivos de Aerocivil, lo esperado es que los viajeros crezcan al año entre el 4 y el 6 por ciento. Sobre esta base se han planificado los desarrollos aeroportuarios en los últimos años.
“No es que los aeropuertos vayan a colapsar. Lo que sucede es que las obras que se proyectaban para 6 o 7 años después, se tienen ahora que anticipar”, expresó la Aerocivil.
Técnicos consultados señalaron que el desbordado aumento de viajeros obedece, principalmente, a la operación de las líneas de bajo costo y a estrategias comerciales de aerolíneas que con flotas modernas tienen más ahorros y pueden ofrecer tarifas competitivas.
El inesperado aumento de usuarios no ha provocado mayores contratiempos en los terminales, por la revolución iniciada en las infraestructuras. El vicepresidente Germán Vargas Lleras ha expresado que se intervienen 52 aeropuertos, con inversiones que superan los $ 2,9 billones.
Por ahora, hay 35 aeropuertos con planes maestros, 21 de ellos vigentes y los restantes entrarán a actualización. Este año se han aprobado para los aeropuertos de Bogotá, Barranquilla y próximamente el de Rionegro.
Aquí están cinco de los planes maestros clave, para desarrollar aeropuertos plus y según las nuevas demandas.
El Dorado II tendría que iniciarse en el 2017
El aeropuerto internacional El Dorado de Bogotá fue uno de los primeros en activar la alerta, al mover cerca de 30 millones de pasajeros en el 2015, un 10 % más de lo previsto al 2012. Por eso, el nuevo plan maestro proyectado al 2041, con visión a 50 años y aprobado por la Aerocivil el pasado 19 de julio, consideró urgente la construcción de El Dorado II, según indicó el director de la Aerocivil, Alfredo Bocanegra.
Y esta obra que el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, Luis Fernando Andrade, dijo que vale $ 3 billones sin la compra de predios, debe comenzar en el 2017, concluir en el 2021 y entrar a operar en el 2022. Con el nuevo aeropuerto se cubriría la demanda esperada en 25 años: entonces El Dorado movería 69,2 millones de viajeros, más del doble de los actuales. El Dorado I movilizaría el 89 % del total de estos viajeros, y el Dorado II el 11 % restante. Este terminal se propone en 1.980 hectáreas entre Madrid y Faca, a 15 km de El Dorado actual, con una conexión rápida que podría ser la línea férrea del Regiotram.
Aeropuerto de Rionegro, a extender la pista
El aeropuerto José María Córdova tuvo un aumento del 15,7 por ciento en los pasajeros movilizados de enero a junio, al pasar de 3’203.200 contabilizados en el primer semestre del 2014 a 3’706.939 en igual periodo del 2016.
La Aerocivil se alista para aprobar el nuevo plan maestro del terminal, que será a 20 años, en el que descarta la construcción de la segunda pista en el corto plazo y solo la plantea para después del 2036.
Considera que antes de 10 años, más bien extienda la pista actual de 3.557 metros en 500 metros más, para que pueda recibir aeronaves más grandes y atender vuelos directos internacionales sin escala. Esta obra de la pista debe estar culminada en el 2026.
Dado que se espera una mayor demanda de usuarios, en el plan maestro del aeropuerto se contemplan ampliaciones de la plataforma, terminales de pasajeros y de carga y las calles de rodaje, para que puedan circular aeronaves en doble sentido. Harán una nueva plataforma remota, para los aviones que deban aterrizar allí, cuando se cierre el aeropuerto Olaya Herrera por causas meteorológicas.
El aeródromo de Barranquilla será ampliado
Por el terminal Ernesto Cortissoz de Barranquilla pasaron en el 2015 un total de 2,7 millones de pasajeros. Para enfrentar el crecimiento de la demanda de usuarios en este aeropuerto, se había planteado demoler las instalaciones y hacer unas nuevas. Lo que aprobó la Aerocivil fue la expansión del aeropuerto, en el nuevo plan maestro expedido el pasado 7 de junio con proyección a 20 años, al 2036, cuando se calcula que el terminal moverá más de 7,4 millones de pasajeros.
El aeropuerto ocupa 317 hectáreas, pero tendrá que ampliarse más. Entre las obras que se planean están la expansión del terminal de pasajeros en 9.500 metros cuadrados. El terminal de carga se tumbaría y harían uno nuevo, más grande que el existente. Donde hoy funciona este terminal se hará un hangar de mantenimiento, explicó Álvaro González, gerente del grupo Aeroportuario del Caribe, concesionario del aeropuerto. Por ahora, en el lugar trabajan en la repavimentación de la pista y calles de rodaje, que deben quedar listas en diciembre.
Terminal aéreo de Quibdó, a cambio extremo
El aeropuerto El Caraño de Quibdó, junto con el Simón Bolívar de Santa Marta y el Antonio Nariño de Pasto son algunas de las infraestructuras que están transformándose, en especial las dos últimas, que se levantan nuevas.
El aeródromo de Quibdó llama la atención, porque además de las obras de modernización que registra, hará parte de la primera ciudadela aeroportuaria que tendrá el país, con un centro de servicios que le llevará a Quibdó las primeras salas de cine, biblioteca y supertiendas.
El plan maestro del aeropuerto, aprobado por la Aeronáutica en diciembre pasado, prevé que en el 2035 por ahí pasarán unos 848.000 pasajeros, más del doble de los actuales. Para esta demanda es necesario ampliar la terminal de pasajeros, reconfigurar la plataforma, contemplar la posibilidad de extender un poco más la pista y hacer una calle de rodaje semiparalela a la que existe.
Más viajeros, a Cartagena
Para el aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena se calculó que hacia el 2020 movería alrededor de 4 millones de viajeros, pero ya para el 2015 había alcanzado casi esa cifra: 3’925.000.
Esto obligó a replantear el plan maestro y a anticipar obras. Sobre todo, cuando la capacidad máxima del terminal es para 5 millones de pasajeros.
La Sociedad Aeroportuaria de la Costa S.A. (Sacsa), concesionario de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), presentó una asociación público-privada (APP) para ejecutar los trabajos.
Por ahora, las autoridades del sector consideran que es más viable dejar el aeropuerto donde está, en Crespo, y ampliar la infraestructura existente, que pasaría de 150 hectáreas a 220, en fases iniciales. El nuevo plan maestro que proyecta el aeropuerto a 30 años propone la extensión del aeródromo en tres fases, en las que pasaría de disponer de una capacidad para atender a 7,5 millones de pasajeros a 11,5 millones.
Según reuniones que vienen sosteniendo la Aeronáutica y el concesionario, se tendrían que anticipar obras como la ampliación de la plataforma y las posiciones para el parqueo de los aviones, así como las terminales de pasajeros y de carga.
El concesionario ha previsto nuevas inversiones por cerca de medio billón de pesos y prácticamente duplicar la capacidad del terminal, con 25.000 metros cuadrados más: 10.000 en una nueva terminal internacional y 15.000, en la nacional. Prevén instalar puentes de abordaje que hoy no existen.
Fuente: El Tiempo