El siniestro, donde hubieron 19 sobrevivientes, ocurrió el 20 de Agosto del 2008 instantes después de que el jet de SPANAIR despegara del Aeropuerto Internacional de Barajas con destino a Gran Canaria, sin que aparentemente se percataran los pilotos que los flaps de la aeronave estaban en posición de repliegue, situación que no fue detectada por las alarmas y por tanto ignorada por la tripulación.

La CIAIAC formula constantemente recomendaciones sobre gestión de vuelos y diseños de los aviones para pasajeros y carga a organizaciones vinculadas con el transporte aéreo, como la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA); a la Administración Federal de la Aviación Civil (FAA) de los Estados Unidos, país donde se construyó el jet, y a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).