(Aeronoticias).- El Moki 250 es un motor desarrollado especialmente para los entusiastas de la gran escala y de la acrobacia con peso de los aparatos de hasta 40 kilos. Ideal para maquetas como biplanos, war birds, acrobáticos, entre ellos el Waco, la Bucker, el Stearman, Corsair, P47, Bearcat, Focke Wulf, Yak, Sukoy, Gee Bee, por citar algunos de los más conocidos. Ha sido pensado para entregar mucha potencia a relativas bajas rpm con un encendido electrónico muy avanzado con microprocesador que le hace funcionar perfectamente. En su fabricación, se ha utilizado la tecnología de corte por CNC, y el resultado final es un motor magnífico.
Los algo más de 5 kilos (5100 grs.) que pesa se levantan con gusto cuando lo liberamos y lo cogemos entre nuestras manos. Qué maravilla de diseño, de mecanizado y de terminación. Se nota el peso, por supuesto, un poquito más de cinco kilos se nota siempre, pero su sola contemplación nos deja absortos y casi que nos olvidamos del peso que tenemos entre nuestras manos. Lo primero que nos impacta es su forma, la disposición radial –o en estrella– de sus cinco cilindros, el impresionante aspecto del cuerpo de los 5 cilindros, con la mecánica, con el silencioso unido con los colectores de escape. Nada comparable a lo que he tenido anteriormente. A pesar de su gran cilindrada el Moki 250 no es un motor excesivamente voluminoso. Su diámetro exterior es de unos 285 mm y la profundidad total desde el final de su bancada al asiento de la hélice en el porta hélice de 205 mm. Su bancada es circular, de 100 mm, y se puede instalar bastante adelantado porque solo tiene 65 mm desde los empujadores al asiento de la hélice en el porta hélice.
Un motor como este que ha sido probado previamente no requerirá comprobar aprietes, me digo… pero yo lo hago de todos modos, como siempre hay que hacer. Y al final llego a la conclusión apuntada… todo esta perfecto y perfectamente apretado. Sin pérdidas, quemaduras externas, marcas. Impoluto.
Fuente: aeroteconline