(Aeronoticias).- Las fuerzas armadas de Estados Unidos y Corea del Sur preparan ejercicios de maniobra militar aduciendo «mejorar la seguridad y la preparación» de este último país. Para Corea del Norte, esto se entiende como un preludio a un ataque sorpresivo. Ahora ha cortado el diálogo con el vecino sureño -Corea del Sur- mientras se prepara para un ataque que ellos consideran inminente.
Para la BBC, el aviso más audaz del gobierno norcoreano fue el derecho que se reserva a una guerra nuclear preventiva contra Seúl y Washington.
No obstante, es improbable que Corea del Norte haga un real daño a alguno de los dos países puesto que, más allá de las defensas tecnológicas desplegadas por Estados Unidos en favor de Corea del Sur, ellos sufren deficiencias tecnológicas en el campo nuclear y de misiles. Pero debería verse la política interna norcoreana, con un líder recién estrenado y puesto por el Ejército para no sufrir los efectos de un hiato de poder. Tras la muerte de Kim Jong-il, su hijo Kim Jong-un es miembro de la tercera generación de los Kim, quienes gobiernan Corea del Norte desde la Guerra de Corea, que terminó por separar la península en dos naciones distintas.
Ahora Jong-un deberá adaptarse al siglo XXI.
