La sencillez y la eficacia han convertido a Craigslist en el portal de anuncios clasificados más popular de internet, una compañía californiana que hace su agosto en tiempos de crisis con una filosofía empresarial «alternativa». Su página web no destaca por su diseño, pero recibe más de 50 millones de visitantes únicos al mes que acceden gratuitamente a los contenidos donde la publicidad brilla por su ausencia, lo que no ha impedido que Craigslist se convierta en un negocio muy rentable.
Se prevé que al término de 2009 esta modesta empresa supere por primera vez en sus diez años como entidad con ánimo de lucro los 100 millones de dólares en ingresos. Cantidad más que suficiente para costear los sueldos de sus 33 empleados, los gastos derivados de la oficina situada en una casa de San Francisco, y otros extras que vayan surgiendo.
«La gente que trabaja aquí es porque le gusta, hay días que estoy tres horas y otros hasta las siete de la mañana. A veces desde casa y otras voy a la oficina para interactuar con los compañeros, que somos como una familia. Nadie nos dice lo que hay que hacer en todo momento. Solo hay un jefe y antes no hacíamos ni reuniones», dijo. Un orden aparentemente anárquico en una empresa que empezó como una lista de eventos de San Francisco que en 1995 Craig Newmarken enviaba por e-mail para sus amigos y que pasó a convertirse en su forma de vida cuatro años más tarde.
Resulta curioso que la web de Craigslist sea .org, una terminación específica para instituciones sin objetivos pecuniarios y que mantiene para simbolizar «la naturaleza relativamente no comercial, la misión de servicio público y la cultura no corporativa de Craigslist», según se cita en la web. En el portal de esta empresa cualquiera puede añadir un anuncio para vender un producto, ofrecer un servicio o demandar algo y suele ser muy frecuentado para buscar amistad, amueblar una casa o encontrar trabajo.
Los ingresos llegan gracias al pago de cuotas de entre 5 y 75 dólares por anuncio que abonan las empresas que buscan empleados, las inmobiliarias o la sección dedicada a los contenidos eróticos. «No está permitida la prostitución, pero sí masajes», comentó Puerta que indicó que el cobro de estos anuncios sirve para evitar que las grandes empresas inunden la página con sus ofertas y controlar el uso de la web con fines sexuales.
«Con la crisis nos está yendo mejor. La competencia que tenemos en cuanto temas de trabajo es mucho cara», señaló Puerta que recalcó que su empresa no persigue tener muchos visitantes, sino ser eficaces a la hora de unir oferta y demanda ya que «el portal supone un gasto». En Craigslist no preocupa que les surjan imitadores y tampoco están pendientes de las cuentas para incrementar los márgenes.
«Copiamos el modelo de desarrollo del software libre, no el habitual de Silicon Valley, que vive para el beneficio», alegó. El altruismo con el que actúa Craigslist es tal que Puerta afirma que con lo que se gana en el mercado de EEUU la empresa tiene «de sobra» y no ambicionan crecer económicamente en el resto de los 50 países donde ya están presentes. «No creo que saquemos dinero en España nunca. No tenemos pensado tener comerciales en Europa, solo alguien para atención al cliente», manifestó este andaluz que cuenta sus andanzas en el blog «Un Gaditano en Silicon Valley».
«Piénsalo como una satisfacción moral», afirmó, al tiempo que recalcó que lo más rentable para la empresa sería centrarse en EEUU y sin embargo tienen planes personalizar sus servicios en ocho países europeos (entre ellos España), en América Latina y posteriormente en Asia, donde en breve llegarán a Japón.