Segolene Royal, la ex candidata presidencial socialista, dijo estar muy sorprendida por la nominación y preguntó: «Si no tuviera el apellido que tiene, ¿estaría hoy donde está hoy?». Otros políticos del sector de la izquierda criticaron el aparente nepotismo. «Ya no existe ningún límite, todo está permitido, ya no existen más principios, ya no hay más normas», dijo el legislador socialista Arnaud Montebourg a la radioemisora RMC-info.
Montebourg criticó «el clan Sarkozy» y señaló que Jean Sarkozy debería terminar sus estudios primero y demostrar lo que vale en el campo laboral. Además de estudiar Derecho, Jean Sarkozy fue escogido el año pasado a un consejo regional que representa parte del suburbio parisino de Neuilly, donde su padre fue alcalde durante 19 años.
Los partidarios del joven Sarkozy insistieron en que está calificado para el puesto. Patrick Balkany, un alcalde conservador y aliado de Sarkozy, dijo que la nominación «no tiene nada que ver con el hecho de que es hijo de su padre».