De Madrid a Lisboa: la aviación en jaque por un corte eléctrico histórico

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(Aeronoticias): Aviación Digital, Sp.- El 28 de abril de 2025 será recordado como uno de las más críticos para la aviación en la Península Ibérica. Un colapso eléctrico masivo dejó sin suministro a gran parte de España, Portugal y el sur de Francia, afectando no solo a infraestructuras civiles, sino también al corazón logístico del transporte aéreo. Aeropuertos clave como los de Madrid-Barajas, Barcelona-El Prat y Lisboa experimentaron cancelaciones, retrasos e interrupciones sin precedentes, revelando la vulnerabilidad del sistema ante fallos eléctricos de gran escala.

Crisis sin precedentes para la aviación peninsular

El corte, que comenzó a las 12:33 horas del lunes, interrumpió la alimentación eléctrica de hasta el 60% de la demanda española en tan solo cinco segundos, según detalló el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En total, 15 gigavatios se esfumaron de forma repentina. Esta anomalía afectó directamente al suministro de energía de sistemas de navegación aérea, radares, iluminación de pistas, controles de acceso y comunicaciones de emergencia.

Si bien el sistema hospitalario y otros servicios críticos lograron funcionar gracias a generadores, la infraestructura aeroportuaria quedó bastante afectada. Solo en España, se cancelaron más de 300 vuelos, una cifra considerable si se considera que muchos de ellos enlazan con destinos intercontinentales y dependen de precisos mecanismos de coordinación internacional.

Los controladores aéreos en Madrid y Barcelona, así como en otras instalaciones secundarias, fueron forzados a operar bajo condiciones de contingencia, con comunicaciones limitadas y seguimiento radar reducido. Según fuentes internas del sector, el sistema de vigilancia y gestión del tráfico aéreo (ATM) sufrió interrupciones intermitentes. Eurocontrol, el organismo europeo encargado de supervisar el espacio aéreo del continente, reconoció que la situación causó “perturbaciones severas” y obligó al desvío de vuelos hacia aeropuertos franceses y marroquíes.

El protocolo habitual ante fallos eléctricos contempla el uso de sistemas de respaldo alimentados por baterías y generadores, pero el colapso simultáneo en varios nodos de la red eléctrica evidenció limitaciones operativas en las redundancias del sistema. La falta de capacidad de respuesta rápida dejó claro que, a pesar de los avances tecnológicos, la infraestructura aeroportuaria sigue siendo extremadamente dependiente del suministro energético continuo.

Repercusiones económicas y logísticas

Aunque la mayoría del sistema eléctrico fue restablecido en las primeras horas del 29 de abril, las consecuencias para la aviación se extendieron mucho más allá. Según estimaciones preliminares del sector, las pérdidas asociadas al apagón superan los 25 millones de euros, solo en la aviación comercial. A eso se suman los costos de reprogramación, indemnizaciones a pasajeros y daños colaterales en cadenas logísticas vinculadas al transporte aéreo.

El tráfico aéreo, que depende de una red de interconexiones just-in-time para mantener horarios ajustados, sufrió alteraciones en cascada, afectando no solo a vuelos en España y Portugal, sino también a conexiones transatlánticas. Vuelos con destino a América Latina y Estados Unidos fueron reprogramados o desviados, generando un efecto dominó que alcanzó a decenas de aeropuertos internacionales.

Además, la coordinación internacional se vuelve fundamental. Durante el apagón, las interconexiones con Francia y Marruecos jugaron un papel clave para estabilizar la red, lo que demuestra que los desafíos del futuro no podrán resolverse de forma aislada. Las autoridades europeas deberán priorizar la resiliencia energética de los hubs aéreos en sus próximas agendas.

Fuente: aviaciondigital.com

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