(Aeronoticias) Los toros de lidia tienen como una de las características de su comportamiento las querencias, que son determinados lugares donde la res se siente cómoda y segura. Esto se presenta desde que el toro está en la dehesa y se manifiesta muchas veces en la Plaza cuando es lidiado.
Para los lidiadores es de suma importancia el conocimiento y percepción de las querencias cuando el toro está en el ruedo pues cuando un toro se aquerencia en un determinado punto del ruedo bien puede sacar partido toreando a favor de la querencia o puede correr mucho riesgo cuando lo hace contra querencia.
Como ejemplo de lo indicado y de cómo se desarrolla una querencia, expongo un hecho del cual fui testigo. En la feria del año 1984 se lidiaba una corrida de la ganadería portuguesa de Coruche en la que figuraba en el cartel Manuel Benítez “El Cordobés”. El día del pesaje de los toros, uno de ellos al salir del cajón de pesaje en el pasillo que conduce a los corrales aprovechando una puerta mal cerrada entró al pasillo de salida al ruedo al cual ingresó por estar abierto el portón de toriles. En el ruedo embistió a una carretilla que estaba al centro y correteó por el ruedo. Uno de los asistentes bajó rápidamente hasta el callejón y cerró la puerta de cuadrillas por donde el toro podía ganar la calle. El toro fue hacia el tendido 4 y saltó al callejón. La persona que había bajado abrió la puerta por la que salen las cuadrillas y el toro volvió al ruedo dirigiéndose nuevamente al punto por donde saltó al callejón y volvió a saltar. Luego se logró llevarlo a los corrales. Anoté su número y el día de la corrida observé su comportamiento en el ruedo. El toro salió en segundo lugar y le tocó a El Cordobés.
Apenas pisó el ruedo fue directo al tendido 4 y saltó al callejón por dos veces seguidas por el mismo sitio en que lo hizo el día del pesaje. Fue devuelto a los corrales. Clara demostración de querencia por donde el toro buscaba la salida.
