(Aeronoticias).- Petro-Perú es la empresa más grande del país y representa la presencia estatal en un sector estratégico, sin embargo sus pérdidas anuales ascienden a cerca de S/95’000.000. Y aunque la discusión sobre el rol de su administración es casi constante, son pocos los partidos políticos en carrera a la presidencia que se ocupan del futuro de la entidad.
Fuerza Popular, el partido de Keiko Fujimori, propone “reforzar el gobierno corporativo de Petro-Perú, dotándolo de un directorio de personalidades independientes […] todo lo cual redunde en un servicio muy eficiente a los consumidores peruanos”. La última vez que la candidata se había referido a Petro-Perú fue a fines de agosto del 2015, cuando diversas organizaciones de Loreto protestaban para exigir que el lote 192 esté en mano de la empresa estatal. “Nosotros consideramos que Petro-Perú, solo o asociado, puede recibir la administración del lote 192. […] Fuerza Popular respalda que el lote 192 pase a manos de Petro-Perú”, dijo aquella vez.
Peruanos por el Kambio propone una “evaluación y modificación de la normativa actual con el fin de desarrollar el reordenamiento institucional y la modernización integral de Petro-Perú”. El partido de Pedro Pablo Kuczynski plantea “implementar la reestructuración organizacional y potenciar la contratación de personal altamente calificado”.
En los días posteriores a la protesta en Loreto, el ahora candidato opinó a favor de que Petro-Perú intervenga en la explotación del lote, pero con participantes externos.
“En muchos contratos en todo el mundo hay un operador y uno o más participantes”, manifestó.
No saben, no opinan
Todos por el Perú, Alianza para el Progreso, Alianza Popular, el Frente Amplio, Acción Popular no mencionan a Petro-Perú en sus planes de gobierno. Sin embargo, sus líderes sí lo han hecho en los últimos meses.
En diciembre pasado, un periodista de El Comercio preguntó a Julio Guzmán si estaba de acuerdo con la decisión del Congreso de dar a Petro-Perú el lote 192, y su respuesta fue tajante: “No, porque son decisiones populistas”.
Alan García, en abril del 2013, fue muy crítico del Decreto Supremo 012-2013-EM, que reglamenta el fortalecimiento de Petro-Perú, y dijo que era una fachada para impulsar la compra de Repsol por parte de la estatal. “El decreto supremo Repsol es inconstitucional, cambia leyes, evade licitación y excluye al Congreso. Es colusión y chavismo puro”, dijo García en Twitter. En su plan de gobierno no menciona a Petro-Perú.
Fuente: El Comercio.