(Aeronoticias).- El reclusorio Femenil de Puente Grande -Jalisco, México- se torna marchito durante el día de la madre. De cientos de reclusas, son las madres quienes viven agobiadas con esperar, si la vergüenza cede a la nostalgia, el día en que obtendrán su libertad.
Ello, si espera el reencuentro en plena libertad de sus hijos, Como es en el caso de una joven de 33 años, madre de siete hijos.
Sin indicar su nombre y el delito cometido, ella reveló haber cumplido ocho años y siete meses en prisión. No sabe cuando saldrá puesto que todavía no ha recibido sentencia. Sus últimos hijos, un par de gemelos de 10 años, son atendidos por familiares de la mujer.
«Cuando vienen mis hijos los aconsejo, porque desgraciadamente (…) no puedo salir corriendo de aquí», dijo, tras recordar los abusos que sufren ellos en el colegio al mencionar que tienen a una madre entre rejas. «Yo le digo que este lugar no es malo, es difícil, pero puedo aconsejarlos desde aquí a dentro».
Fuente: El Informador.
