(Aeronoticias) I.- Aspectos Generales.- En el marco de la juramentación del Donald Trump el 45º presidente de los Estados Unidos, asumió el mandato presidencial teniendo como antesala un escenario de madurez política y democrática que muchas de nuestras democracias latinoamericanas deberíamos replicar; pues desde el recibimiento de Obama a Trump (presidente saliente recibe al presidente entrante) y su acompañamiento en el discurso presidencial, la presencia de Hilary Clinton contendora de Trump en la campaña electoral; los ex presidentes de los Estados Unidos Bush y Clinton; son expresiones de una madurez de la clase política.
Sin embargo, en nuestras democracias hemos apreciado transmisiones de mando teñidas de diversos estados de ánimo e incluso con tonos agresivos y demasiada especulación que muchas veces tiende a tergiversar la visión como país. La especulación genera incertidumbre porque se crean situaciones de hechos que no corresponden a la realidad y la dejamos acrecentarse para un estadillo fatal. ¿Nos hemos preguntando cuánto daño le hacemos a la democracia especulando?
La madurez política es un constante aprendizaje y esto se logra con el fortalecimiento desde la organización y democracia interna de los partidos o agrupaciones políticas y sobre todo el rol fiscalizador que deberían tener dichas organizaciones, pues ello coadyuvaría a que cada vez que un presidente deje su mandato no tenga que verse involucrado en investigaciones por actos de corrupción o enriquecimiento ilícito porque eso daña profundamente a la democracia y a la confianza ciudadana.
Y, hablando de especulación, el mundo hizo lo propio sobre el mensaje que daría Trump en la juramentación de su cargo. El mensaje fue hasta cierto punto moderado y era de esperarse que sus “calibres” no se agotaría en un solo acto, pues una cosa es dirigir un mensaje para una campaña electoral y otra muy distinta cuando se es presidente de una Nación.
II.- Características del Mensaje Presidencial de Donald Trump.-
a) Contenido populista y/o nacionalista e integración.- Como todo presidente democrático que asume su mandato por primera vez, su discurso estuvo dirigido, en este caso, al pueblo estadounidense. La particularidad estuvo en las expresiones de unidad tales como “Nación Grandiosa” “No vas a ser ignorado de nuevo” “De hoy en adelante será solamente Estados Unidos” “No importa si somos negros, blancos todos tenemos sangre roja de patriotismo”.
Trump expresó que se trataba de una transferencia de poder de Washington al pueblo y no de un partido a otro; que su gobierno sería para recuperar los sueños de los estadounidenses. En América Latina, y sobre todo el Perú podemos asemejarlo como un mensaje inclusivo que comprende y alcanza a todas las personas que no han gozado del disfrute económico, social, cultural, educacional, etc. De modo que, introduce una visión en su política interna de recuperación y de unidad para los Estados Unidos, lo cual no es condenable, por el contrario, es sabido que la unidad o la integración como país contribuye al desarrollo en todos sus aspectos.
Sin embargo, considero por sus vehementes afirmaciones que se dejó un vacío en el entorno pues qué quiso decir “De hoy en adelante seremos solo Estados Unidos”, es decir, refiriéndose a los estadounidenses propiamente dicho; pues es sabido que hay una situación no muy clara con los inmigrantes legales y no legales en dicho país. ¿Será que Trump quiere empezar su unidad y recuperación con el americano neto? ¿Qué pasará con los inmigrantes legales y no legales?.
Será por ello, que el Papa Francisco en su mensaje enviado a Trump, le pidió que no se olvidara de los pobres y de los marginados. El pontífice no hizo mención a nacionalidades, por consiguiente hemos de interpretarlo de modo amplio y reflexivo. Si bien el Papa no dio un mensaje de carácter político no menos cierto es que su contenido tiene una gran influencia en la comunidad internacional.
b) Hemos hecho rico a otros países pero nos hemos desprotegido por eso a partir de este momento seremos Estados Unidos primero: “Vamos a comprar estadounidense y contratar estadounidense” “Recuperaremos nuestros trabajos, nuestras fronteras, nuestra salud y nuestros sueños” “el pueblo se convertirá en el dirigente del país” “toda decisión será para beneficiar a los trabajadores y familias de Estados Unidos”
Este es un punto clave porque de las medidas que se adopten va a tener un efecto impactante en las relaciones internacionales, en la política internacional y sobre todo en el giro que pueda hacer sentir en la comunidad internacional.
Es Estados Unidos versus el mundo. Si bien es cierto, Estados Unidos es un país poderoso históricamente no menos cierto es que para poder recuperar “los sueños de los propios estadounidenses” se requiere hacer un giro principalmente en su política económica, el proteccionismo tal cual lo plantea Trump podría significar: ¿Eliminación de TLC?, ¿elevación de impuestos para empresas extranjeras?, ¿cero apoyo económico para otras naciones? ¿Cero apoyo para cuestiones humanitarias? ¿Elevación de costos de vida? ¿Cómo pretende desaparecer al terrorismo islámico entonces?
El mensaje de Trump deja un contenido popular y una gran incertidumbre para la comunidad internacional que se irán vislumbrando con el decurso de su gobierno. Lo que sí es pertinente decirlo, es que la comunidad internacional como colectividad o agrupación de Estados, de Organizaciones Internacionales que tiene por centro de preocupación legitima a la persona, deberán expresar la concurrencia de voluntades por el estricto cumplimiento del derecho internacional que rige las relaciones internacionales pues no nos olvidemos que son los Estados destinarios de normas internacionales y todo ello deberá estar en función a la protección de la humanidad.
Hay un reto que no distingue partidos ni ideologías: La protección de la humanidad.
Por : Lesly Llatas Ramírez
Abogada especialista en derechos humanos y docente universitaria.
Correo: cartedraddhh1073@gmail.com