(Aeronoticias).- Empleados encargados de la certificación y el buen estado de las aeronaves Boeing 787 han sido enviados a sus casas, al igual que 15 mil 514 empleados dentro de la Administración Federal de Aviación, debido a la no existencia de un presupuesto actual en Estados Unidos.
Según el portavoz John Dern, en tanto los trabajadores no cumplan su función, el envío de las aeronaves con nuevos componentes o nuevas configuraciones podrían sufrir algún retraso.
Como se recordará, los problemas con las baterías de litio-ión del Boeing 787 obligaron a que las autoridades aeronáuticas de Estados Unidos prohibieran su vuelo tras presentar fallas en Japón. Meses después de la enmienda, un error en la radiobaliza de la aeronave obligó a reemplazar las piezas de manufactura Honeywell.
Con información de Post and Courier.
