(Aeronoticias): Claudia C./Aviación Digital, Sp.- El aeródromo de Santa Cilia, situado en un entorno privilegiado a los pies del Pirineo aragonés, se encuentra en plena expansión. Desde su inauguración en 1998, ha sido un referente en la aviación recreativa y deportiva en España. Ahora, con la construcción de un nuevo hangar, Santa Cilia apuesta por convertirse en un núcleo estratégico para el mantenimiento y operaciones de aeronaves ligeras y planeadores.
Infraestructura clave para el futuro
Las obras del nuevo hangar, adjudicadas el pasado verano por Turismo de Aragón a la constructora Albas Tierz, avanzan con un presupuesto de 355.531 euros y un plazo de ejecución de 16 semanas. Este proyecto es la mayor inversión realizada en el aeródromo desde su fundación y busca optimizar sus capacidades operativas.
Con una superficie de 500 metros cuadrados, la nueva estructura está diseñada para albergar hasta seis aeronaves simultáneamente. Además, contará con una cabina de pintura, un almacén para materiales y una oficina técnica. El proyecto también incluye un área destinada al depósito temporal de residuos, en cumplimiento con las normativas ambientales.
Un centro especializado en mantenimiento aeronáutico
El taller gestionado por Fly-Pyr en Santa Ciliaya es uno de los pocos en España con autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para el mantenimiento de aeronaves y planeadores de hasta 2.730 kg de masa máxima al despegue.
El nuevo hangar reforzará estas capacidades, consolidando su papel como uno de los talleres especializados más importantes entre los aeródromos de Sabadell y Cuatro Vientos, especialmente en el ámbito de los planeadores, donde es prácticamente único en el país.
Además, este desarrollo incluye una vertiente educativa: un acuerdo de colaboración con el IES Miralbueno de Zaragoza permitirá a los estudiantes de aeromecánica realizar sus prácticas en las instalaciones de Santa Cilia, fomentando la formación de nuevos profesionales en el sector aeronáutico.
Un enclave privilegiado para el vuelo sin motor
Ubicado a solo 15 kilómetros de Jaca y rodeado de los majestuosos picos del Pirineo, el aeródromo de Santa Cilia es un destino inigualable para el vuelo sin motor. Las condiciones meteorológicas y geográficas de la región, con corrientes térmicas ideales y paisajes de alta montaña, lo convierten en uno de los mejores lugares de Europa para practicar esta disciplina.
Además, el aeródromo ofrece una amplia gama de actividades recreativas, desde cursos de pilotaje hasta eventos comunitarios, lo que refuerza su atractivo turístico.
Impacto regional y nacional
La construcción del nuevo hangar no solo supone una mejora en las capacidades del aeródromo, sino también un impulso económico para la región. La inversión genera empleo directo durante la fase de construcción y abre nuevas oportunidades para el sector aeronáutico en Aragón.
En un contexto nacional, el desarrollo de este tipo de infraestructuras contribuye al crecimiento de la aviación general y deportiva, un segmento clave para la formación de pilotos y el mantenimiento de la cultura aeronáutica en España.
Un ejemplo de sostenibilidad y proyección de futuro
El nuevo hangar y sus instalaciones anexas han sido diseñados con un enfoque en la sostenibilidad. El área de gestión de residuos y las modernas instalaciones técnicas están alineadas con las normativas ambientales más exigentes, garantizando que el aeródromo pueda operar de manera responsable y eficiente.
Este proyecto subraya la capacidad de Santa Cilia para adaptarse a los desafíos del siglo XXI, posicionándose como un modelo a seguir en la aviación recreativa y deportiva.
Fuente: aviaciondigital.com